
La acusación de facilitar el blanqueo de capitales realizada por Estados Unidos al dueño de Banco Madrid, BPA (Banca Privada d'Andorra) ha desatado una guerra por los clientes entre entidades españolas y andorranas que amenaza al sistema financiero del Principado.
"Más allá de que nuestros gestores hayan reactivado sus contactos, algo lógico en la situación actual, lo que se está advirtiendo son más llamadas de clientes de bancos andorranos interesándose por nuestros servicios y los pasos para movilizar sus inversiones", apuntan en una firma española y corroboran en otras.
Su versión es que son innumerables los inversores, con caudales elevados, que en los últimos días les han contactado para preguntar por sus servicios y el potencial traspaso en los productos de inversión ante el simple temor de salir señalados por haber guarecido el dinero en una firma andorrana, aunque su operativa no arroje duda alguna.
Desligarse del foco
En entidades pirenaicas hablan, en cambio, de fuertes campañas "desleales" y "carentes de ética" orquestadas por la competencia de las que han alertado a responsables de la Asociación Española de Banca (AEB) y del Banco de España. "Es fácil ver en los registros quiénes son los propietarios de las sicavs y se dirigen a ellos con el simple argumento de: ¿Qué necesidad tienes tú de estar con esta entidad?", denuncian.
Las fuentes consultadas tachan de excusa que sea el cliente el que llame puesto que es fácil que haya realizado traspasos previamente y, por eso, conoce cómo es el proceso. Su sospecha es que quieren pescar en río revuelto, después de haber sufrido cómo la banca del Pirineo crecía fuerte en este mercado en los últimos años y en un sector tan atractivo como son las altas rentas. Si el dinero es ya de por sí temeroso ante cualquier incertidumbre, la intervención de BPA anidaría el caldo de cultivo para que algunas fortunas barajasen desligarse.
El escenario asemeja al descrédito que sufrió la banca española en su conjunto cuando la oleada de rescates de antiguas cajas hizo temer por la salud de toda la industria.
Genera el 19% del PIB
Si el sector andorrano sale tocado pasará una grave factura a la diminuta economía. Es uno de los principales pilares de su actividad, con una contribución equivalente al 19% del PIB pirenaico entre bancos, gestoras y aseguradoras.
El núcleo son cinco bancos: Andbank, Crèdit Andorrà, Mora Banc, BancSabadell d'Andorra y el cuestionado BPA, cuarto en dimensión.
Salvo quizá la filial del Sabadell, más focalizada en cliente retail y empresas locales, todas operan una actividad mixta dirigida a estos clientes y a fortunas foráneas por propia necesidad puesto que el país apenas censa 76.098 habitantes. Según la Asociació de Bancs Andorrans (ABA), en 2013 gestionaban en conjunto 41.267 millones de euros en recursos de clientes, contaban con unos 15.870 millones en activos y 205,19 millones de beneficio global. El PIB andorrano ronda los 2.447 millones.
Las fuentes consultadas en firmas andorranas descartan que el terremoto originado por las acusaciones de EEUU a BPA haya contaminado al resto, que mantendrían volúmenes gestionados similares y operativa normal. Sí admiten en algunas un intenso trabajo con clientes para aclarar lo que llaman una campaña no ética y resolver dudas.