Según los resultados de la primera fase de los test de estrés llevados a cabo por la Reserva Federal en EEUU, la filial estadounidense del Banco Santander podría enfrentar pérdidas en su negocio de préstamos por valor de 7.200 millones de dólares (6.515 millones de euros) bajo el escenario severamente adverso que plantean estas pruebas de esfuerzo.
El escenario adverso grave para EEUU estaría caracterizado por una recesión profunda y prolongada donde la tasa de desempleo aumenta en 4 puntos porcentuales respecto al nivel registrado en el tercer trimestre de 2014, alcanzando un máximo del 10% a mediados de 2016.
También implica que finales de 2015, el PIB real se situaría un 4,5% por debajo del nivel registrado entre julio y septiembre de 2014 para comenzar a recuperarse inmediatamente después. A pesar de esta disminución de la actividad, una presunta subida en los precios del petróleo dispararía el IPC hasta el 4,3% a corto plazo.
Ante estas circunstancias, el ratio de capital común Tier 1 de Santander Holdings USA caería desde el 11% registrado en el tercer trimestre de 2014 hasta el 9,4% a finales de 2016, quedando aún así muy por encima del 5% mínimo impuesto por la Fed.
Las miras están puestas en estos momentos en el próximo miércoles, cuando se dará a conocer el veredicto sobre los planes de retribución (que incluyen la entrega de dividendos y la recompra de acciones). El año pasado, el conocido como Análisis y Revisión Integral de Capital (CCAR, por sus siglas en inglés) suspendió los planes de retribución presentados por Citigroup y las filiales estadounidenses de HSBC, RBS, Banco Santander, pese a que estas entidades cumplieron con los requisitos de capital, como ha ocurrido en esta última edición de los test de estrés presentados el jueves.