Banca y finanzas

La Sareb se ahorrará 350 millones este año con la refinanciación de su deuda

Foto: Archivo

El momento dulce que viven los mercados, gracias a la fuerte relajación de la prima de riesgo, dará a la Sareb un balón de oxígeno en sus finanzas. El banco malo se ahorrará unos 350 millones de euros durante 2015, equivalente a abaratar en un 31,8 por ciento el coste de su deuda, porque la está refinanciando a precios muy económicos, calculan fuentes del mercado. Un alivio que ayudará a digerir provisiones, si el Banco de España le obliga a tasar todos los activos y sanear potenciales minusvalías como proyectaba en su borrador de circular.

Son estimaciones en base a los bajos precios logrados estos días en emisiones que refinancian casi el 60 por ciento de sus bonos senior y considerando que la tendencia se mantendrá, dado que debe aún cubrir otro tramo en febrero. El vehículo, construido hace dos años para sanear a las entidades financieras receptoras de ayudas, compró 198.211 activos, integrados por préstamos a promotor e inmuebles de todo tipo, con la entrega de bonos valorados en 50.781 millones de euros. La adquisición la realizó en dos etapas: en diciembre de 2012 entregó bonos valorados en 36.695 millones para comprar las carteras de BFA-Bankia, Catalunya Caixa, NCG -actual Abanca-, Banco Gallego y Banco de Valencia. En febrero de 2013 aportó otros 14.086 millones por sus activos a BMN, Liberbank, Caja3 y Ceiss. Los títulos se emitieron a plazos de uno, dos y tres años.

Un 60% de los vencimientos

El pasado día 19 atendió gran parte de los vencimientos con una emisión de 27.712,4 millones en bonos nuevos, según detalló al Boletín Oficial del Registro Mercantil (Borme). El favorable momento en los mercados le ha permitido emitir 15.427,5 millones a dos años a menos de la mitad del coste previo. Si la rentabilidad de estos títulos era del euríbor a tres meses con un diferencial del 2,562 por ciento, ahora añade un spread del 0,428 por ciento.

Ha colocado otros 10.284,9 millones de euros a un año, al euríbor más un 0,297, frente al diferencial del 0,656 por ciento original. En febrero debe renovar 4.084 millones a un año -con un spread del 0,272- y otros 6.127 millones, al 2,017 por ciento. Quedaría por atender la emisión a tres años, por valor de 12.249 millones, cuyo vencimiento será entre finales del próximo año y 2016.

La relajación de la prima de riesgo va camino de contribuir así a que su factura por pago de cupones a los bancos y antiguas cajas que le vendieron sus pisos y créditos baje a unos 750 millones, frente a los alrededor de 1.100 millones estimados para este ejercicio y lejos de los 1.272 millones que soportó en 2013.

Para el banco malo reducir esta factura es una prioridad, porque es la mayor partida de gastos y aleja cualquier riesgo de activación del aval del Estado, dado que son títulos con garantía pública. Por eso, reserva desde su nacimiento parte de los ingresos a su minoración. En el primer año y medio de vida amortizó más de 3.790 millones de la deuda, equivalente a un 7 por ciento del volumen emitido. Este año aspira a reducirlo en otros 3.000 millones, cifra un 50 por ciento más que el pasado ejercicio, detalló su presidenta, Belén Romana, en el Senado el pasado octubre. Algunos son títulos que se cancelan cuando, tras revisar los activos, le toca devolver a los bancos aquellos que no reunían las condiciones de transmisibilidad (los inmuebles recibidos debían valer un mínimo de 100.000 euros y los préstamos, al menos, 250.000), si bien el grueso es amortización anticipada con recursos generados durante su operativa.

Blindaje frente al euribor

El fuerte apalancamiento con que fue concebida la Sareb empujó a sus gestores a blindar el coste financiero para evitar que fluctuaciones del interés puedan desestabilizarla. Protegió, con un swaps, el 83 por ciento de la emisión frente a subidas del euríbor durante nueve años. Sin dicha cobertura una subida del 1 por ciento del indicador dispararía su coste en 2.187 millones a lo largo de ese periodo. En contraste, sí puede, como ocurrirá ahora, abaratar la carga, refinanciándose mejor.

A futuro, la sociedad deberá enfrentar otra carga financiera, derivada de la deuda subordinada con la que muchos de sus accionistas entraron en su capital. La Sareb emitió 3.600 de sus 4.800 millones de euros de capital en títulos subordinados que devengarán un 8 por ciento, cuando registre beneficios.

Para mejorar las cuentas, ha pisado precisamente el acelerador en desinversiones. Hasta septiembre había vendido 10.900 inmuebles unidad a unidad en el canal para particulares, a un ritmo de 40 al día frente a las 25 promedio del año pasado. En la recta final, ha colocado además varios lotes de pisos y créditos valorados en 847 millones, y ha puesto las bases para dinamizar su operativa con la subcontratación de su gestión a Haya Real Estate (Cerberus), Servihábitat (TPG), Altamira (Apollo) y Solvia (Sabadell).

La sociedad obtuvo un ebitda (beneficio bruto de explotación) de 429 millones hasta junio, un 23 por ciento superior al mismo periodo 2013, cuando apenas tuvo actividad. Pero se aleja de los 1.200 millones que ganó en el ejercicio completo, razón por la que empuja sus ventas.

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