Banca y finanzas

La gran banca recorta en sólo un año 8.500 empleos para ganar eficiencia

Las principales entidades rebajan su plantilla un 6% y cierran el 8% de sus oficinas. El Santander, el grupo que aplica el mayor ajuste de estructura para acelerar los ahorros de costes.

La gran banca ha desplegado en los últimos meses un plan de ajuste de estructura significativa con el objetivo de ganar eficiencia y mejorar su cuenta de resultados. Las seis principales entidades han llevado a cabo una reducción de plantilla y oficinas sustancial en España que, en algunos casos, se produce por primera vez desde la crisis.

La gran banca ha desplegado en los últimos meses un plan de ajuste de estructura significativa con el objetivo de ganar eficiencia y mejorar su cuenta de resultados. Las seis principales entidades han llevado a cabo una reducción de plantilla y oficinas sustancial en España que, en algunos casos, se produce por primera vez desde la crisis.

El Santander, BBVA, Caixabank, el Sabadell, Bankia y Popular han disminuido su plantilla en el último año de algo más de 8.500 trabajadores, lo que supone el 6,2 por ciento del total, a través de procesos de prejubilación y bajas incentivadas en la mayor parte de los casos. En paralelo, han mermado su red comercial, en casi un 8 por ciento, o lo que es lo mismo, en 1.612 sucursales.

La banca, en general, ha aprovechado los procesos de integración de otras entidades para llevar a cabo un ajuste más amplio y modificar su modus operandi, en el que se potenciarán las nuevas tecnologías. En el caso particular de Bankia el recorte viene derivado de los compromisos asumidos con Bruselas por las ayudas públicas recibidas en 2012, en el marco de su proceso de reestructuración.

El Santander es la entidad que más disminución de plantilla y oficinas registra entre septiembre del ejercicio pasado y septiembre del presente. Su plantilla en España ha bajado más un 11 por ciento -3.161 trabajadores-, mientras que sus oficinas es una quinta parte inferior. El grupo cántabro ha cerrado 962 oficinas, una cifra que supera con creces el objetivo anunciado con motivo de la integración de la red de Banesto y Banif a la del Santander. Entonces, estimó que clausuraría 700 sucursales con el fin de lograr unas sinergias de 420 millones en tres años. Estos ahorros de costes se han superado ya y han elevado en parte los esperados por el grupo en todas sus geografías de 1.500 a 2.000 millones.

Impacto en las cuentas

La bajada de los costes se han empezado a notar tanto en las cuentas del Santander como en la del resto de entidades, aunque el impacto será mayor en los siguientes ejercicios. Una menor carga salarial permite ha sido una de las claves, junto a unas provisiones muy inferiores, de que la gran banca hay más que duplicados sus beneficios en los nueve primeros meses del año.

La entidad que menos trabajadores ha despedido ha sido el Sabadell. El número de sus trabajadores no ha variado en este periodo, pero hay que tener en cuenta que en noviembre del año pasado absorbió unos 700 empleados de Banco Gallego, entidad que se adjudicó por un euro y con ayudas para cubrir posibles pérdidas futuras. El banco catalán tampoco ha realizado un gran ajuste de sucursales. Tan sólo del 2 por ciento.

Otra entidad que también ha materializado un recorte de sus estructuras de manera notable ha sido Caixabank, aunque ha anunciado recientemente a los sindicatos la puesta en marcha de un plan para cerrar unas 200 oficinas, que se llevará a cabo antes de culminar el proceso de compra de la filial española de Barclays. La franquicia del grupo británico aumentará en 261 sucursales su red y en cerca de 2.000 empleados su plantilla.

Caixabank ha ido paulatinamente cerrando red y adaptando su plantilla, aprovechando las sucesivas adquisiciones de entidades que ha efectuado a lo largo de la crisis. Sus directivos han repetido en varias ocasiones que el objetivo a corto y medio plazo es mantener abiertas entre 5.500 y 5.700 oficinas, muy por encima del resto de competidores.

Estrategia diferente es la que ha puesto en marcha BBVA, que pretende reducir sus estructuras para aumentar lo máximo posible sus costes operativos. El banco que preside Francisco González ha recortado un 5 por ciento el número de trabajadores en España y un 3 por ciento la red. Su consejero delegado aseguró en la última presentación de resultados que la transformación digital del banco continuará y que, por tanto, el ajuste se mantendrá en los próximos meses, periodo en el que también abordará la adquisición de CatalunyaCaixa, que conllevará previsiblemente recortes adicionales.

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