Auditoria, Abogados y Asesoramiento

El futuro de la auditoría

  • Gracias al programa Auditor por un día, que comenzó en 2007, más de 500 universitarios de la Comunidad de Madrid y Castilla La Mancha ejercen como auditores durante una jornada laboral

Los responsables de recursos humanos de algunas de las grandes, medianas y pequeñas firmas de auditoría de España se levantaron de la última fila, ocuparon la tarima y dirigieron sus miradas a los presentes. La charla había concluido. Los 60 estudiantes universitarios permanecían atentos. Habían tomado buena nota de los consejos y sugerencias lanzados durante la reunión. Estudian Administración y Dirección de Empresas, Económicas o carreras similares en universidades públicas y privadas de la Comunidad de Madrid y Castilla La Mancha. Unos cursan segundo de carrera. A otros sólo les falta un año para obtener el ansiado título universitario. Todos ellos comparten un sueño: ser auditores por un día.

"Mañana tendréis que ir a las oficinas de la firma que os han asignado a primera hora de la mañana. Después, iréis a visitar a un cliente y colaborareis como un miembro más del equipo de trabajo que os asignen. Así podréis ver cómo se desarrolla la labor de un profesional de la auditoría. Preguntad lo que queráis, no os cortéis. Pensad que en el equipo de trabajo hay gente que tiene dos o tres años más que vosotros. Ellos estuvieron donde estáis vosotros ahora", dijo durante la charla Begoña Navallas, doctora, profesora de la Universidad Autónoma de Madrid y coordinadora del proyecto Auditor por un día.

En el año 2007, el Comité Directivo de la Agrupación Territorial 1ª, del Instituto de Censores Jurados de Cuentas de España (ICJCE), puso en marcha este proyecto. Sus objetivos eran claros: acercar la profesión a la Universidad y ofrecer una imagen real de del auditor. El éxito de esta iniciativa ha sido creciente. Desde la primera convocatoria la demanda de participación ha ido en aumento, sumándose nuevas entidades y universidades.

"Auditor por un día cumple su novena edición este año. Ya han participado más de 500 estudiantes. Después de vivir esta experiencia, el 95% de los alumnos afirma que la imagen que tenía de la profesión ha cambiado y más de un 80% muestra interés por trabajar en un sector que, el año pasado, originó más de 2.000 ofertas de empleo. De todos estos nuevos puestos de trabajo, el 75% corresponden a recién licenciados sin experiencia laboral", aseguró Sonia Gómez, gerente de la Agrupación 1ª del ICJCE.

Las sillas comenzaron a chirriar. Los alumnos iban a la caza y captura de la firma asignada. Se formaron corrillos alrededor de doce de las principales entidades del sector: Auren, Audalia Laes Nexia, Baker Tilly, BDO, Crowe Horwath, Deloitte, EY, Grant Thornton, KPMG, Mazars, PwC y RSM Gassó Auditores. "No tengo corbata para ir a currar. Pero iré con pantalón, zapatos y chaqueta", afirmó uno de los alumnos. Begoña Navallas dejó bien claro durante la charla que tenían que ir bien vestidos a la jornada de trabajo. "Si no tenéis corbata, no hace falta ir a comprar una. Pero tenéis que ir bien vestidos porque la imagen es muy importante", recomendó.

Los alumnos atendían las explicaciones de los responsables de recursos humanos de los despachos. Algunos preguntaban. Otros permanecían callados atraídos por sus palabras. Todo estaba preparado. El salón de actos de la Agrupación 1ª del ICJCE se iba vaciando poco a poco. Al día siguiente, los estudiantes se transformarían en auditores por un día.

Mi primera jornada laboral

El despertador sonó a su hora. La mano dormida golpeó de inmediato el botón de parado. La ducha terminó por despertarle. Unas últimas comprobaciones, con el café en la mano, antes de ir a su destino. El traje azul marino, bien planchado, y los zapatos a juego relucían como nuevos. La ilusión invadía su espíritu. Alexander Zuberbühler, estudiante de último año de Derecho y ADE en la Universidad Europea, de padre suizo y criado en Málaga, salió de casa a primera hora para dirigirse a la estación de Metro de Noviciado. Un pensamiento rondaba su cabeza: "La primera experiencia profesional como auditor". El metro se detuvo en Cuzco. Unos pasos más y ya estaba frente a la puerta de Audalia Laes Nexia, el despacho que le tocó para hacer las prácticas.

Algunos profesionales de la firma esperaban en la sala de reuniones a los cuatro estudiantes asignados. Comenzó la charla. Las premisas parecían claras: "En esta profesión se ven muchos tipos de empresas por lo que se aprende mucho en poco tiempo. No obstante, una mañana es corta para ver todo el ámbito de trabajo que realiza un auditor", explicó Emma Luiña, responsable de recursos humanos del despacho. Zuberbühler levantó la mano para preguntar qué diferencia había entre una auditoría y una consultoría. "La auditoría consiste en verificar los libros contables o la contabilidad de una empresa. Estas pueden ser obligatorias o voluntarias. A partir de ahí, el auditor va analizando las cuentas. Por el contrario, el consultor asesora como mejorar la empresa a través del análisis y el estudio de la misma", respondió Emma Luiña.

Todo estaba listo. Alexander Zuberbühler y José Ramón Paniagua, estudiante de penúltimo año de Finanzas y Contabilidad en la universidad Carlos III, formaron el equipo que tendría como destino una empresa de importación y exportación de bebidas espirituosas. "Un profesor nos envió un correo para informarnos de que existía esta práctica. No sabía muy bien de qué iba esta profesión. Quería saber cómo era por dentro porque así es como mejor se aprende", dijo Paniagua.

El coche arrancó. Los estudiantes, dentro del habitáculo, bombardearon con sus preguntas a Marcos Villar, uno de los profesionales de la firma que acompañaría a los estudiantes durante la práctica: "¿Cómo es tu experiencia en el sector?; ¿cuántos años llevas trabajando?; ¿qué tal es este trabajo?; ¿tiene muchas salidas al mercado laboral?". Marcos Villar respondió y aclaró todas las dudas durante el trayecto. A Zuberbühler le llamó la atención una respuesta: "El primer año como auditor no te enteras de nada. El segundo año auditando, te enteras de algo. El tercer año ya sabes de lo que te están hablando. Y el cuarto año ya sabes de qué va el tema".

Los dos estudiantes llegaron a su ansiado destino. El equipo de trabajo de la firma, que está realizando la revisión de cuentas de este cliente, le recibió en la entrada. Tras una breve presentación con los responsables de la sociedad, Marcos profundizó en explicar en qué consiste la auditoría, cuál es el objetivo que se pretende conseguir y los procedimientos necesarios para obtener una conclusión para posteriormente plasmarlo en el informe final. "Una vez entendido el objetivo, explicamos a los estudiantes el procedimiento real aplicado al cliente y el proceso propio de planificación y ejecución del trabajo. Se hizo hincapié en la estructura y enfoque de las diversas áreas de auditoría, así como en ejemplos prácticos para mostrar y plantear diferentes casuísticas posibles", reveló Marcos Villar.

En todo momento los jóvenes auditores resolvían las dudas e inquietudes que el entendimiento del trabajo ocasionaba a los alumnos. "El trabajo que han realizado no me ha parecido aburrido. Sus explicaciones han sido muy amenas y con toques de humor. Pensaba que hacían el trabajo desde un despacho. Todo lo contrario, hay que salir a visitar clientes. Un día puedes estar contando cerdos, al otro estás en una empresa de bebidas alcohólicas y al siguiente en una compañía de piezas de coches. Visitas muchos sectores empresariales y aprendes de cada uno de ellos", aseguró Paniagua.

La práctica como valedor de cuentas en la sociedad de importación y exportación de bebidas espirituosas había concluido. Las sensaciones eran muy buenas. Aquella jornada de trabajo siempre permanecerá grabada en sus memorias. "En un día se ha conseguido reflejar el sacrificio, el esfuerzo y la dedicación de un auditor en su trabajo. Esta experiencia me ha conquistado al 100%. Recomendaría esta práctica a otras universidades. Además, me ha servido para darme cuenta de lo que realmente quiero hacer en mi vida. Antes pensaba dedicarme al marketing pero después de lo vivido, he tocado de lleno esta profesión. Mi decisión está clara: quiero dedicarme al mundo de la auditoría y la consultoría", afirmó Zuberbühler.

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