Aragón

Aragón prevé ingresar 149 millones por el impuesto de sucesiones y donaciones

El Gobierno de Aragón tiene presupuestados en 2018 alrededor de 149 millones de euros en concepto del Impuesto de Sucesiones y Donaciones. Una cifra que se estima que podría ser superior en el cómputo del año, a pesar de que en los dos primeros meses del año la recaudación por este impuesto ha caído un 34%. El Ejecutivo aragonés se abre a la negociación parlamentaria para abordar la modificación de este impuesto que no se aplica a más del 94% de las herencias en la comunidad aragonesa por ser inferiores a 150.000 euros.

En 2018, Aragón tiene presupuestados 427 millones de euros en impuestos cedidos, según los datos dados a conocer por el consejero de Hacienda del Gobierno de Aragón, Fernando Gimeno, durante la presentación del informe realizado sobre el Impuesto de Sucesiones y Donaciones en la comunidad aragonesa, que supondrá este año para las arcas aragonesas unos ingresos de unos 149 millones de euros.

Una cantidad que Gimeno ha matizado que podría ser algo mayor en el cómputo del año, a pesar de que en los dos primeros meses de este ejercicio se ha observado una disminución del 34% por "hechos sucesorios extraordinarios. De nuestros tributos cedidos, es el porcentaje más alto".

El consejero prevé que esta cifra sea inferior en 2019 como consecuencia de la posible modificación del Impuesto de Sucesiones y Donaciones en la comunidad aragonesa, cuyo debate está abierto ante la presión social y política de los grupos parlamentarios de las Cortes de Aragón "y el debate fuerte que está produciendo en España sobre este impuesto y el sistema de financiación autonómica".

El informe realizado por el Departamento de Hacienda del Gobierno de Aragón, con el que se cumple la petición realizada desde las Cortes de Aragón para conocer su impacto y valorar posibles medidas, refleja que la masa hereditaria en 2016 -año que se estudia por no tener completos los datos de 2017-, fue de 1.267 millones de euros, de los que solo se pagaron impuestos sobre 252 millones por las deducciones y beneficios fiscales que se aplican en Aragón, de manera que alrededor de 1.000 millones quedan fuera del impuesto.

Dentro del Impuesto de Sucesiones y Donaciones, la tributación por sucesiones es la más importante en Aragón al representar más del 95%, mientras que los ingresos por donaciones representan alrededor del 4,5%.

El 80% de las herencias en Aragón son de los grupos I y II (cónyuge, ascendente y descendiente), que solo aportan el 35% de los ingresos del impuesto porque los beneficios fiscales se concentran en estos grupos. Destaca que en Aragón, hay exención de pago por debajo de los 150.000 euros -el 94% de las herencias son inferiores a esta cantidad y no tributan-, además de contar con normativas más favorables para casos concretos como los hijos menores de edad y los discapacitados y bonificación del 99% para la sucesión en la empresa familiar.

Por su parte, las herencias más altas representan el 0,2%, aportando el 42% de la recaudación. Solo hubo 52 en 2017 por encima del millón de euros.

Tan solo el 6,61% de los contribuyentes del grupo II podrían alegar que pagan más que en otras comunidades autónomas. Quienes heredan entre 350.000 y 250.000 euros, pagan un tipo impositivo del 3% mientras que las herencias por encima del millón de euros tienen un tipo impositivo del 12,5%.

De acuerdo con el informe, Aragón es la sexta comunidad que más ingresa por el Impuesto de Sucesiones y Donaciones tras Madrid con 420 millones de euros en 2016, Andalucía con 379 millones, Cataluña con 496, Castilla y León con 197 millones y Comunidad Valenciana con 179 millones, aunque es la segunda en términos de PIB.

Los datos del informe serán analizados por los grupos parlamentarios para conocer su impacto y fijar posiciones en cuanto a su reforma sobre la que el Gobierno de Aragón no ha querido fijar su postura.

De acuerdo con los datos del estudio, si en Aragón se establece una bonificación del 99% para los grupos I y II como se ha realizado en otras autonomías, la mayor parte del 91,01% de los contribuyentes que no pagan pasaría a pagar, mientras que el 8,99% que pagan en la actualidad se vería beneficiado de un modo sustancial.

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