El Indicador de Confianza Empresarial de Aragón ha bajado en el tercer trimestre de este año hasta situarse en el 6,1. Un descenso con el que el optimismo empresarial se aleja de los niveles máximos alcanzados en los primeros meses de 2016, además de moderarse en relación al futuro económico.
El Indicador de Confianza Empresarial en Aragón, que elabora la Fundación Basilio Paraíso de la Cámara de Comercio de Zaragoza en colaboración con Ibercaja, pone de manifiesto que los empresarios están dejando de ser tan optimistas en relación a la situación económica presente y futura.
En concreto, los datos del indicador, dados a conocer hoy, reflejan que en el tercer trimestre del año ha bajado la confianza empresarial hasta situarse en el 6,1, constatándose un cambio de tendencia que ya se observaba en el segundo trimestre del año.
Además, tanto el Índice de Expectativas como el Índice de Situación decrecen, alcanzando, respectivamente unos valores de 3,7 y 8,5, siendo este último prácticamente la mitad que el nivel del segundo trimestre. No obstante, ambos siguen en niveles positivos.
Los datos también reflejan una mayor cautela y moderación de los empresarios aragoneses en cuanto al futuro económico y, en concreto, para el cuarto trimestre del año.
Por sectores de actividad, la confianza empresarial desciende en la industria y en la construcción, situándose en el 7,8 frente al 14 del trimestre anterior. Un descenso, sobre todo, que en el sector industrial se corresponde con los riesgos geopolíticos, que ha aumentado la incertidumbre.
Más significativa es todavía la bajada de la confianza empresarial en el sector de comercio y servicios, que se sitúa en el 3,8 frente al 11,3 del trimestre anterior, siendo una de las principales causas de esta evolución la ralentización del consumo aragonés. Sin embargo, en estas actividades productivas se tiene una mejor percepción del cuarto trimestre de 2016 que en el resto de sectores por la campaña de Navidad.
La actividad de las empresas se ve principalmente limitada por la debilidad de la demanda, según identifican el 56%, así como por el aumento de la competencia, factor que señala el 17,6%.
Las dificultades financieras, la escasez de mano de obra cualificada y los trámites administrativos se sitúan como las siguientes causas singulares en importancia identificadas como estímulos negativos al crecimiento de las empresas que, en conjunto, suponen el mayor lastre a la expansión de un 15% de las empresas encuestadas.
Las ventas continúan siendo el indicador que registra un mejor comportamiento, superando el del empleo y la inversión. Un hecho que se justifica porque casi el 30% de las empresas de Aragón ha mejorado la facturación en comparación con el segundo trimestre de 2016.
El Indicador de Confianza Empresarial se basa en entrevistas a las empresas en Aragón sobre su visión de la coyuntura en relación a siete variables entre las que se encuentran facturación, empleo, inversión, precios de venta, exportaciones, morosidad y endeudamiento, aparte de los factores que limitan la actividad empresarial.