Aragón

La alfalfa aragonesa conquista los mercados árabes y asiáticos

La comunidad aragonesa es la principal zona productora de España y de Europa de alfalfa, que se destina en más del 80% a los mercados exteriores entre que los que figuran países árabes y China. El reto del sector es recuperar el mercado nacional en el que se han derrumbado las ventas y buscar más vías de comercialización en el exterior para evitar vaivenes de economías como la china.

El día 1 de abril comienza una nueva campaña de alfalfa. Un producto en el que la comunidad aragonesa destaca en producción, puesto que dentro de España es la primera autonomía productora, además de estar también en primera posición dentro de los países europeos con alrededor de 100.000 hectáreas dedicadas a su cultivo y entre el 60% y el 70% de la producción total en España y el 25% de la europea aproximadamente.

Una nueva campaña en la que el sector, que emplea a 20.000 personas de las que el 80% son agricultores y el 20% trabajan en el medio rural, espera seguir exportando y "se consoliden los mercados exteriores a los que destinamos el 80% de la producción y que se desarrolle con precios más realistas de cara al mercado, ya que el año pasado con la entrada en China se causó una importante subida de los precios, pero a lo largo del año fueron cayendo las expectativas, el mercado ha sido pesado y no se daba alegría por el precio". De hecho, se preveían más de 300.000 toneladas de forrajes exportadas al país que, al final, se quedaron en 90.000 toneladas, según ha explicado Juan Carlos Planas, responsable del sector de Forrajes en UAGA-COAG a elEconomista.es

La alfalfa aragonesa ha conseguido conquistar los mercados internacionales por su calidad, destinándose principalmente a Europa, países árabes y desde hace poco tiempo a China. En concreto, alrededor del 50% de la producción se destina a Emiratos Árabes Unidos, mercado que "está consolidado desde hace 10 ó 12 años", además de realizarse ventas también para Jordania, Kuwait, Qatar y otras zonas de Oriente Medio, así como en la parte norte de África con mercados como Marruecos y Argelia.

Además, "estamos vendiendo alfalfa en mercados europeos como Portugal, así como Francia y en mercados asiáticos como China". Este último -el chino-, es "nuevo y se está abriendo, pero que puede tener mucho futuro porque es emergente y con gran poder de producción".

Sin embargo, la situación de la economía China y sus vaivenes, puede ser uno de los principales riesgos o amenazas para la nueva campaña de alfalfa porque "se está generando incertidumbre", además de ser un mercado "que no funciona igual que el resto. Es difícil. Hemos tardado cinco años hasta que hemos podido hacer la primera exportación".

La alfalfa también ha conquistado otros mercados asiáticos como Japón, que "es un buen consumidor", y se va a seguir trabajando en más mercados exteriores para lo que desde la interprofesional se está "valorando que el sector pueda hacer aportaciones para promociones y trabajar en los mercados internacionales porque es costoso y cuesta dinero. Estamos viendo cómo se puede articular alguna medida que ya se aplica en otros sectores como la leche, el conejo o el pollo".

Mercado nacional

Los productores también se han marcado el reto de recuperar el mercado nacional porque "tenemos una dependencia clara de los mercados exteriores, en los que hay países inestables económica y políticamente y se sufren los vaivenes. Los altibajos nunca son buenos", sobre todo, en un sector que siempre ha sido estable como es el de la alfalfa.

La recuperación del mercado nacional no es fácil. "Está por los suelos y no se consume forraje en las cabañas" y hay además otros factores como la crisis del sector lácteo, que dificultan que los ganaderos puedan pagar los precios del forraje, lo que ha contribuido a que la mayoría de los ganaderos cambie la dieta y se utilicen productos más baratos. "Nos han hecho salir del mercado".

Nuevas zonas productoras

La recuperación del mercado nacional también es clave ante el handicap que tiene el sector ante sí en un horizonte de diez años aproximadamente, puesto que hay "grandes compañías que están habilitando tierras para cultivar alfalfa, creándose zonas de cultivo intensivas en África. Por ejemplo, hay compañías que han comprado tierras en Sudán". Además, la sequía "está originando que se haya que ir a producir a otros sitios como Sudán o Argentina".

Ante esta situación, desde el sector han reclamado al Ministerio de Agricultura la adopción de medidas para impulsar el consumo de la alfalfa en España. "No pedimos ayudas para nosotros, sino que se habiliten ventajas para los ganaderos", que permitan dinamizar el consumo.

El sector también reivindica que se estandaricen las categorías para poder competir, sobre todo en los mercados exteriores, con la alfalfa de Estados Unidos donde hay cinco categorías distintas en función de la calidad frente a las tres españolas. "Tenemos margen para afinar más y luego se compre lo que se quiera".

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