Una empresa hoy poco o nada tiene que ver con otra de hace 50 años y las de hoy en día también serán diferentes de las empresas del futuro. Nuevas tecnologías, un mundo global, cambios en los hábitos de los consumidores... son algunos de los factores que están impulsando el cambio en las sociedades empresariales para adaptarse a los nuevos tiempos. Y es que, en el futuro, las empresas tendrán que ser globales y apostar por las nuevas tecnologías. No son las únicas características. En el proceso de adaptación hay que superar algunos retos ante los que ya han comenzado a tomar medidas empresas como General Motors España, BSH Electrodomésticos España y Pikolín.
Las empresas del futuro se definirán principalmente por ocho características esenciales, que se han puesto de manifiesto en la jornada "La empresa y el mundo que viene", que ha sido organizada por la Asociación para el Progreso de la Dirección, en colaboración con Vodafone y Caixabank, y que se ha celebrado en CaixaForum de Zaragoza.
Dentro de estas ocho características se encuentra "la escucha activa del cliente y del cliente de mi cliente para detectar de forma ágil los cambios y las necesidades", según ha explicado Raúl Marqueta, director territorial de Caixabank, quien también ha puesto de manifiesto la necesidad de atender a los cambios que se producen en el consumidor.
Las empresas se definirán a su vez por el talento, así como por la implantación de procesos de agilidad estratégica y la capacidad de mejora de la industria para hacer la misma actividad o fabricar el mismo producto pero de forma más eficiente y adaptándose a los nuevos canales y a Internet, red de la que se dice que ha sido la tercera revolución industrial.
Además, las empresas también deberán exportar e invertir en I+D+i revirtiendo el valor en la compañía. Igualmente, se tendrá que avanzar en la estructura de costes y en la colaboración de proyectos.
"Todo ello lleva a un modelo industrial más colaborativo y que supone un cambio de paradigma. El nuevo modelo debe ser capaz de escuchar al cliente y elegir con el equipo dónde focalizar los recursos", ha resumido, el director territorial de CaixaBank.
Son características que las empresas tienen que adoptar para mantener su actividad, crecer y ser competitivas en un mundo cada vez más global, aunque no están exentas de la superación de algunos retos o barreras, algunos de los cuales no son solo responsabilidad de las empresas. Sin embargo, no son barreras insalvables y, de hecho, hay compañías que han sabido hacerles frente.
Coste energético
El coste energético es uno de esos handicaps que tienen las empresas en España porque el precio de la energía es más elevado en el país que en otros estados, lo que resta competitividad.
Ante esta situación, empresas como BSH Electrodomésticos España han apostado por fabricar electrodomésticos que consumen menos energía porque el impacto en las familias es importante, ya que supone la mitad de la factura del hogar, según ha explicado José Longás, director general de BSH Electrodomésticos España en las jornadas.
En el caso de General Motors España, el coste energético tiene un peso importante en la compañía porque "el 10% del coste de manufacturas se corresponde con la energía. Es el mayor gasto dentro del coste de manufacturas. Y esto es lo que separa a un país con ventaja competitiva para tomar decisiones de otro país que no", ha señalado Antonio Cobo, director general de GM España, empresa en la que el coste energético se combate haciendo inversiones.
No obstante, las empresas tienen el problema de que "no es fácil cambiarse de operador y el servicio no es diferenciado. Además, al dominarse las redes de distribución, la competencia no es perfecta", ha apuntado José Longás. Una situación ante la que Antonio Cobo ha manifiestado que "no pedimos que sea una ventaja competitiva sino que no sea una desventaja".
Empresas con más tamaño
Las empresas del futuro también deberán afrontar el reto de ganar tamaño. En España, el 92,2% de las sociedades empresariales son pequeñas empresas, un tamaño que condiciona y ante el que será preciso hacer fusiones, uniones... Ejemplo de esas fusiones es BSH Electrodomésticos España. "Hace 25 años una compañía alemana compró Balay y otras sociedades en Navarra y marcas. La propia matriz es la fusión de otras compañías. Es necesario ganar escala porque se está en un sector global y sino no se tiene ninguna posibilidad", ha explicado José Longás.
El tamaño también fue decisivo para que Pikolín pudiera implantarse en mercados como el de Francia, que acometió con una joint-venture con un socio belga, "lo que permitió ir por una camino más seguro", ha señalado José Antonio González, consejero delegado de Pikolin.
Sin embargo, las uniones o fusiones no siempre son fáciles y, además, existe el problema de que "la fiscalidad en España no favorece este tipo de operaciones", ha indicado José Longás.
Nuevas tecnologías
La incorporación de las nuevas tecnologías también definirá a las empresas del futuro. Los cambios que se producirán en las empresas son varios como la relación con el consumidor. "Antes una persona iba a comprar a la tienda y escuchaba al vendedor, visitaba otras tiendas y luego tomaba la decisión de compra. Ahora, más del 70% de los consumidores han realizado previamente un análisis por Internet de lo que quieren comprar y luego van al punto de venta con más información que la que tiene el propio vendedor. Esto es una revolución porque la estrategia de marketing tiene que ser distinta. Ya no existen segmentos de consumidor, sino los consumidores", ha apuntado José Antonio González, consejero delegado de Pikolín.
Y si Internet está contribuyendo a cambiar esta relación con el cliente, la importancia de las redes sociales no es menor. "Las redes sociales condicionan el marketing. Hay que cuidar lo que ahí ocurre y el comportamiento de la compañía. Hay redes sociales que están destrozando empresas. Hay que gestionarlo de la mejor manera y encontrar el talento que sea capaz de gestionarlo, de saber cómo funciona...", ha añadido José Longás de BSH Electrodomésticos España.
Las nuevas tecnologías no cambiarán solo las formas de interactuar con los clientes, sino los propios productos y procesos productivos. "En General Motors nos podemos comunicar con el vehículo" y las tecnologías dejan las puertas abiertas a que los problemas se puedan solucionar antes de que sucedan o a que "se hagan actualizaciones como sucede hoy en día con nuestros smartphones". Puede parecer irreal, pero el potencial está ahí", ha asegurado Antonio Cobo.
Flexibilidad laboral
Otra de las claves de las empresas del futuro es la flexibilidad laboral. Para Antonio Cobo, esa flexibilidad es "futuro". Y prueba de ello es la planta de Opel España en Figueruelas (Zaragoza) en la que los acuerdos alcanzados en materia de flexibilidad han permitido la asignación de más modelos a la planta como el Opel Mokka, con el que se aseguran 1.200 puestos de trabajo durante el ciclo y el Meriva y el Picasso que son 2.500 empleos asegurados también para este ciclo.
Cobo ha indicado que las empresas necesitan ser competitivas porque "una diferencia de 100 euros en la fabricación de un coche en un país y en otro determina la asignación de un vehículo. Puede parecer una cantidad pequeña, pero para la planta de Zaragoza son 40 millones al año que al multiplicarlos por las plantas de GM en el mundo supone tener o no 8.000 millones de beneficios por este coste". No obstante, el director general de GM España también ha indicado que influye la productividad. "Una hora de diferencia vale 25 euros, lo que es un diferencial del 25%.
Además, influyen otros aspectos como la relación con los proveedores para que sus ventajas sean igualmente las de la empresa, el absentismo laboral... aunque uno de los factores más importantes es saber crear un entorno "que todo el mundo entienda, incluso los sindicatos. Tiene que ser el reto de un equipo y no de una persona. Eso ya no funciona en el mundo actual. Nosotros hemos sido capaces de reducir cerca del 30% del coste de producción", ha aseverado Cobo, quien ha reconocido que todavía queda mucho potencial, aparte de matizar que la competitividad de las empresas también depende de los reguladores, es decir, los gobiernos nacionales, autonómicos... que deberían tener en cuenta en sus decisiones que se compite con el mundo.
Formación
La formación de los trabajadores será otro de los pilares clave de las compañías del futuro. Empresas como BSH Electrodomésticos España están apostando por la FP Dual porque "la evolución de las compañías y de la tecnología es de tal calibre, que se precisa formar a tu gente para manejar instalaciones complejas. El sistema educativo va por detrás. Hay talento en las empresas y en la universidad y ganas de conectar y de hacer vasos comunicantes. Las compañías tienen un papel en el sistema educativo que el estado debería compensar con un tratamiento fiscal adecuado. Así se avanzaría más rápido".
Internacionalización
Los mercados exteriores, aunque ya son decisivos, en el futuro lo serán más. Exportar no será solo vender. Habrá que pensar en otras opciones. "Es difícil exportar y eso nos llevó a implantarnos en los países en los que estamos", ha explicado el consejero delegado de Pikolín, quien ha indicado que, en su caso, el mercado asiático se abordó comprando una compañía allí con marca importante y fabricación. Un sistema similar también se hizo para implantarse en Francia. "Siempre hemos ido con actividad comercial e industrial".
Innovación
Y, finalmente, pero no menos importante, está la I+D+i, que "es el mejor elemento de anclaje que tenemos", ha concluido José Longás, de BSH Electrodomésticos España.