Aragón

Cooper Standard invertirá 6,7 millones de euros en su nueva planta en Tarazona

La multinacional estadounidense prevé crear hasta 500 empleos en esta factoría dedicada a la fabricación de elementos de sellado para automóviles, que destinarán al mercado nacional y cuyas ventas alcanzarán los 55 millones de euros cuando se esté a pleno rendimiento. La actividad comenzará en diciembre de 2015 en esta planta, que es la segunda que la compañía tiene en Aragón, además del centro de Borja (Zaragoza) en el que prevén doblar las ventas actuales.

El protocolo para la instalación de este centro productivo en la localidad zaragozana de Tarazona ha sido firmado hoy entre el consejero de Industria del Gobierno de Aragón, Arturo Aliaga; el alcalde de Tarazona, Luis María Beamonte, y el presidente de Cooper Standard para Europa y Sudamérica, Fernando de Miguel.

La firma de este acuerdo es el primer paso para la puesta en marcha de la nueva planta de la multinacional estadounidense, comenzando ahora a trabajar para la localización de las instalaciones que ocupará la compañía y en los equipamientos que necesitará y que podrían ocupar una superficie que oscilará entre los 5.000 y 20.000 metros cuadrados. Una nueva sede en la que se invertirán 6,7 millones de euros en los próximos cinco años.

El objetivo es que la planta pueda estar en marcha en diciembre de 2015, aunque ya se está empezando a trabajar en los proyectos que se desarrollarán en ella y han comenzado las primeras contrataciones. Hasta el momento, se han incorporado tres ingenieros, "aunque se prevé contratar a alguno más" para ir desarrollando los proyectos que se llevarán a cabo y que "se lanzarán en 2016. La previsión es que a finales de este año tengamos 25 trabajadores y luego ir incorporando más en 2016", según ha explicado Ángel Sanz, director de la planta de sellado de Cooper Standard en Tarazona.

De momento, mientras se pone en marcha la sede, la compañía empezará a trabajar en las instalaciones de Borja (Zaragoza), además de en los centros que tiene en Francia, país en el que se prevé que los trabajadores realicen al menos una parte de su proceso de formación, que podría durar entre cinco o seis meses.

Posteriormente, se irán incorporando más empleados, estando previsto contratar a cerca de 320 empleados para "el volumen de trabajo que ya tenemos más un proyecto adicional que esperamos conseguir en las próximas semanas", ha añadido Ángel Sanz.

Con el volumen de trabajo actual ya cerrado la previsión es que la planta de Tarazona pueda alcanzar unas ventas de entre 8 y 9 millones de euros en 2016, cantidad que iría en progresión ascendente hasta los 35 millones de euros en el año 2020 y que podría alcanzar los 55 millones de euros cuando la planta esté a plena capacidad. Un momento, en el que la plantilla total ascendería a 500 trabajadores.

La empresa ya tiene cerrados contratos para Peugeot y Citröen, además del suministro de algunos componentes para la planta de Opel España en Figueruelas -a la que proporciona piezas para el Opel Mokka-, para el nuevo Opel Meriva al que proveerá de burletes y para el modelo que sustituirá al actual Citröen C3 Picasso, que se producirán en la factoría de General Motors en Zaragoza.

No obstante, no descartan que puedan cerrar más contratos con la multinacional alemana. "El Opel Corsa es un sueño", ha manifestado Fernando de Miguel, presidente de Cooper Standard para Europa y Sudamérica. Además, también se está pendiente de formalizar más proyectos que se acometerían desde las instalaciones de Zaragoza con otras compañías del sector.

La producción de la planta de Tarazona se destinará al mercado nacional porque "no son piezas caras, es un producto barato, en el que es difícil competir con la producción en otras fábricas como las de Europa del Este, pero podemos ser competitivos en España", ha asegurado Fernando de Miguel.

De hecho para esa competitividad la ubicación geográfica de Tarazona ha sido clave para tomar la decisión de ubicación del nuevo centro de Cooper Standard porque en un radio aproximado de 300 kilómetros hay 9 plantas de automoción españolas, lo que facilita la realización de la fabricación y la distribución logística.

Además Tarazona tiene tradición industrial y, en concreto, en el sector de la automoción de la mano de empresas como, por ejemplo, Delphi, a lo que se suma la disponibilidad de trabajadores "que ya conocen las reglas del juego y el trabajo en una empresa de automoción", ha incidido Fernando de Miguel.

Un valor de Tarazona que también ha puesto de manifiesto su alcalde, Luis María Beamonte, quien ha destacado que el municipio "tiene equipamientos y servicios", además se señalar que la implantación de Cooper Standard en la localidad es "un triunfo" y "una oportunidad para las personas de la zona".

Por su parte, el consejero de Industria del Gobierno de Aragón, Arturo Aliaga, ha resaltado la importancia del sector industrial para la economía aragonesa y, en concreto, del sector de la automoción que ahora se verá reforzado con la llegada de esta nueva empresa.

Crecer en Borja

La planta de Tarazona es la segunda que Cooper Standard tiene en Aragón, comunidad en la que cuenta con otra factoría en la localidad zaragozana de Borja en la que trabajan 34 personas y que tiene unas ventas de unos 6 millones.

La compañía también tiene planes para esta factoría en la que están en negociaciones para que pueda acoger nuevos proyectos, que permitirán "duplicar o triplicar ese volumen", según ha afirmado Fernando de Miguel.

La empresa en cifras

La sede de Cooper Standard está en Michigan (Estados Unidos) desde 1960. El grupo americano tiene el 22% de la cuota de mercado en el negocio de sellado, ocupando la primera posición a nivel mundial. Un puesto que espera consolidar con la nueva planta en Tarazona. La empresa tiene cuatro líneas de producto que se corresponden con sellado, combustible y frenado, fluido y anti-vibración.

La empresa auxiliar de automoción tiene en la actualidad 97 centros productivos y 10 de diseño en 20 países con más de 27.000 empleados. En Europa cuenta con 24 centros productivos y técnicos -el de Tarazona será el número 25-, en diez países.

La cifra de ventas fue de 3.000 millones de dólares en 2014. Las ventas se concentran en Estados Unidos, país que supone el 52% del total, así como en Europa con el 35%, Asia-Pacífico con el 8% y Sudamérica con el 5%. Por líneas de negocio, el sellado supone el 52% de las ventas, mientras que los combustibles y frenos representan el 20%.

El principal cliente es Ford (27%), aunque también trabajan para otras compañías como GM (18%); FCA (15%); PSA (7%); Volkswagen (6%); Daimler (4%); Renault Nissan (4%); Tata (3%); Geely (2%) o BMV (2%).

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