La empresa oscense comercializa sus pastillas sustitutivas de lejía en los cinco continentes. Las ventas en el exterior tiran del crecimiento de Orache Desinfection, que en 2014 cerró con una facturación de alrededor de 1,6 millones de euros, lo que supone un aumento del 21%. En 2015, prevén mantener el crecimiento a un ritmo de dos dígitos y continuar con impulsando las ventas en España y los mercados exteriores.
Orache Desinfection -especializada en la fabricación, comercialización y distribución de pastillas higienizantes-, se creó en el abril de 2012 en la localidad oscense de Sabiñánigo con un producto innovador en España, ya que permite dejar a un lado la lejía y productos líquidos de limpieza para convertirlos en pastillas con el fin de hacer un uso más cómodo y menos peligroso estos productos, pero sin dejar a un lado la desinfección.
Un producto comercializado bajo la marca CleanPill -que ha sido desarrollado al 100% en el seno de la empresa y en colaboración con algunos laboratorios para obtener aplicaciones concretas y obtener certificaciones-, que ha abierto a la empresa los mercados exteriores.
"El 96% de la facturación es por exportación. Estamos ya presentes en Sudamérica, África y tenemos clientes en África y Oriente Medio", según explica Sergio Mayenco, fundador y director general de Orache Desinfection a elEconomista.es
En la actualidad, "el mercado francés es el más importante", dado que es un formato que ya se conocía en el país y que se lleva comercializando desde hace varios años.
No obstante, en los últimos meses han adquirido una especial "relevancia los países de África por el ébola. La gente está más concienciada de la desinfección porque se tiende a limpiar con productos que huelen bien, pero que no desinfectan, aunque es conveniente hacer una desinfección una vez al mes porque se acumulan bacterias. Gracias al ébola, la gente está ahora más concienciada".
Los mercados exteriores y la favorable evolución de las ventas en el exterior han permitido a la empresa cerrar el año 2014 con una facturación cercana a loas 1,6 millones de euros, lo que supone un incremento del 21%.
La previsión para el año 2015 es "consolidar y seguir creciendo a ritmo de dos dígitos". Un crecimiento en el que seguirán jugando un papel importante los mercados exteriores, pero también España, país en el que se está realizando labor comercial "porque el cliente que conoce nuestro producto, lo empieza a utilizar".
En la actualidad, la empresa comercializa las pastillas a dos tipos de clientes fundamentalmente, siendo uno de ellos el canal horeca y las empresas, para las que se vende en formato de un kilo y 500 gramos, mientras que para los usuarios particulares se comercializa el producto bajo un formato que contiene 48 pastillas.
A modo orientativo, 160 gramos de CleanPill, equivalen a 4 litros de lejía. Cada pastilla, que tiene 3,35 gramos, cubre las necesidades de un cubo de agua de 10 litros y se disuelven entre dos y cinco minutos según la temperatura del agua.
Un formato diferente de venta de productos desinfectantes, que permite una mayor concentración del mismo a diferencia de otros que se venden que se diluyen en agua para que sean menos concentrados.
Además, se han incluido en su envase medidas de seguridad para que no haya problema con los niños. De hecho, el producto puede tocarse con las manos. También ocupa menos espacio que otros formatos y su uso es muy sencillo, puesto que solo hay que poner la pastilla en el cubo de fregar, en el lavabo o en el lugar en el que se vaya a utilizar.
La empresa, que recibió el premio Emprendedor XXI de la Caixa, ha generado 14 empleos directos y 5 indirectos. En los próximos cuatro años, prevé copar la producción en sus instalaciones en Sabiñánigo, lo que supondrá un aumento del número de trabajadores. La previsión es incorporar alrededor de 32 personas.
