El presidente del Banco Sabadell, José Oliu, vivió una jornada de sonrisas y lagrimas en Málaga con motivo de la celebración del Consejo Consultivo de Andalucía el pasado 4 de abril. Ante la pregunta de una periodista sobre la presencia del grupo financiero catalán en el accionariado de Unicaja Banco tras la absorción por parte de esta última de Ceiss, el banquero catalán bromeó diciendo que había puesto nervioso a Braulio Medel con su 0,5 por ciento adquirido como consecuencia de la reestructuración del sector financiero.
Más incómodo se mostró cuando le preguntaron por el expediente sancionador abierto por la Junta de Andalucía al Santander, Popular, BBVA (y su filial Anida), Caixabank (dos filiales inmobiliarias), Sabadell y la financiera UCI por no inscribir 185 VPO en los registros municipales como dicta la ley de Función Social de la Vivienda. No contestó. Su guardia pretoriana dio por terminada la informal rueda de prensa celebrada en los jardines del restaurante Limonar 40 e informó escuetamente de que la entidad ha recurrido.
El presidente del Sabadell completó su jornada en Málaga almorzando con el presidente de la CEA, Javier González de Lara, la secretaria de la CEM, Natalia Sánchez, y un grupo de empresarios malagueños, entre los que se encontraban el presidente de Mayoral, Rafael Domínguez de Gor; el vicepresidente de Sando, Luis Sánchez Manzano; el presidente de Piscis, José Gómez; Sergio Cuberos, propietario y director general de supermercados Maskom, y el presidente de Top Digital, Santiago Lucas.
Juan Krauel, director de la Territorial Sur, explicó a los empresarios la importancia que tiene Málaga para el Banco Sabadell, ya que aglutina prácticamente el 50 por ciento del volumen de negocio de Andalucía. La provincia malagueña es la primera andaluza en volumen de negocio, con unos 6.000 millones de euros, de los 12.000 millones que obtiene en el conjunto de la comunidad.
Además, Sabadell tiene en la región en torno a 250.000 clientes. ¿Bromearía Braulio Medel con estas cifras?