Esta vez no hubo escrache de los alcaldes del PP a la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, en Marbella. Simplemente la ignoraron. Ni siquiera la alcaldesa del municipio, Ángeles Muñoz, asistió a la jornada organizada por el expresidente andaluz, Rafael Escuredo, sobre el nuevo modelo territorial en la Costa del Sol. La ciudad malagueña ha sido una de las que más ha sufrido un urbanístico salvaje durante los últimos años.
En su intervención, Díaz anunció un nuevo decreto sobre competencias en ordenación del territorio y urbanismo con el objetivo de facilitar a los Ayuntamientos la reducción de los plazos de tramitación de sus planeamientos urbanísticos. Este decreto, que será aprobado por el Consejo de Gobierno en febrero, forma parte del objetivo que se ha marcado el Ejecutivo andaluz de reducir trámites burocráticos.
Los empresarios vienen reclamando un modelo que simplifique, integre y armonice la tramitación para la aprobación de planes urbanísticos. Díaz apuntó la necesidad de incentivar nuestro crecimiento económico y mover todos los activos por el desarrollo de un modelo económico y social que se apoye en la innovación, en el capital humano y en la cultura emprendedora compatible con el respeto al medio ambiente.
Mientras su discurso prende entre la ciudadanía, el PP sigue agazapado en la sombra y sin candidato. Mariano Rajoy debe poner remedio a esta situación si no quiere que el PSOE gane las próximas elecciones andaluzas por goleada.
Por otra parte, Fitur ha puesto de manifiesto que Málaga es ahora mismo uno de los destinos más potentes de España. La primera feria turística del país ha confirmado que la ciudad tiene unas perspectivas extraordinarias para el presente ejercicio, en el que, según todas las previsiones, el sector turístico de Málaga crecerá por encima del 4 por ciento en el escenario más moderado. 2013 ha sido un año histórico desde el punto de vista turístico y las previsiones para 2014 son excelentes, según el concejal de Turismo del Ayuntamiento, Damián Caneda.