El decano del Colegio de Economistas de Málaga, Juan Carlos Robles, se suma a la corriente del presidente Mariano Rajoy sobre la salida de la crisis en España. Por primera vez, vislumbra síntomas de recuperación en la economía malagueña y ve el final del túnel a lo largo de 2014. Las cifras que baraja su colectivo son moderadamente optimistas. Sin embargo, en la calle las sensaciones no son buenas.
En cuanto a los datos positivos que hacen prever la salida de la crisis para la provincia se encuentran: la frenada en la retirada de depósitos privados del sistema bancario, el repunte en la viviendas visadas (344), el incremento de empresas inscritas en la Seguridad Social -desde enero a julio de 2013 se ha incrementado en 26.788-, el crecimiento del tráfico aéreo y el aumento de la ocupación hotelera.
Se aprecian signos de descenso en la caída del Producto Interior Bruto (PIB) de Málaga, con una previsión del menos uno por ciento para este año, incluso por encima de la media nacional -menos dos por ciento-.
En el último trimestre repuntó el número de viviendas visadas, aunque las cifras que se manejan no son suficientes para proporcionar trabajo al sector de la construcción. El índice de ocupación hotelera aumentó un 1 por ciento en términos interanuales hasta el 54,44 por ciento. Al rebufo del buen año turístico, los servicios están tirando también del empleo. La inestabilidad en los países árabes y del sur del Mediterráneo puede que alargue esta bonanza a próximos ejercicios.
En seis meses regresaron a los bancos 704 millones de euros que habían sido retirados del sistema. Esta tendencia permitirá a la banca volver a reactivar el crédito sin depender del exterior.
Como datos negativos se subraya la dificultad que tienen las pymes para acceder al crédito, con un descenso de los préstamos de casi 4.000 millones de euros desde el primer trimestre de 2012; la caída de las exportaciones en 107 millones de euros durante el último año, y la disminución en la venta de viviendas.