
Rafael Sánchez de Puerta, ingeniero agrónomo cordobés, es desde junio pasado el Mr Oil de la Unión Europea. Es decir, el presidente del Comité Consultivo del Aceite de Oliva y la Aceituna del ejecutivo comunitario.
Es el primer español que alcanza este puesto, dominado tradicionalmente por italianos. "Un reconocimiento al liderazgo mundial de España en producción de aceite", asegura el también director gerente de la patronal andaluza de cooperativas agrarias (Faeca).
P. ¿Cuáles son sus objetivos al frente de este organismo?
R. Lo básico es tener claro que Europa era un gran productor y consumidor de aceite. Pero hoy hay nuevos productores, y nuevos mercados emergentes de consumo y por tanto la batalla es a escala global. Desde este enfoque mundial, dos son las metas clave de mi mandato de dos años, prorrogable otros dos. Primero, la unificación de las normas de producción y de calidad. El Consejo Oleícola Internacional ya está tratando de hacerlo para evitar la competencias desleal y dar garantías jurídicas a las empresas mediante la trazabilidad y el control químico-organoléptico.
P. ¿Y el segundo?
R. La promoción de los beneficios del aceite para la salud. En Estados Unidos, por ejemplo, se envasa con la indicación de producto cardiosaludable. Aquí en la UE se detalla que es rico en polifenoles. No se entiende, hay que mejorar esto. Además, España es ahora mismo el único país que está acudiendo a las campañas de promoción en el exterior financiadas por la UE, y que presentan al aceite como producto europeo. Quiero que la promoción que haga un país de forma individual también pueda ser cofinanciada por Bruselas. La Interprofesional española, por ejemplo, está haciendo campañas en Indonesia o India.
P. Llega en un momento importante, con la nueva PAC aprobada...
R. Interesa sobre todo cómo se desarrolle a corto y medio plazo la nueva orientación que recoge la PAC sobre los mecanismos de regulación del mercado del aceite. La producción está creciendo mucho, pero con altibajos según la campaña, al tiempo que también el consumo crece. Esto hace variar mucho los precios. Ahora sólo existe el mecanismo del almacenamiento privado, pero como la Comisión es lenta y tacaña en el uso de esta herramienta, cuando se aprueba ya es tarde para que se note en el precio del aceite. Por eso, la posibilidad que esboza la nueva PAC para que, primero, sean las interprofesionales las que puedan también utilizar el almacenamiento privado -aunque siempre que haya sido autorizado por Bruselas-; y, segundo, para que las organizaciones de productores (cooperativas, por ejemplo) puedan concertar precios de venta conjuntos siempre que la producción agregada de esos agentes no supere el 15 por ciento de la producción de aceite del país donde se ubiquen, son dos gestos positivos y a desarrollar.
P. ¿Qué opina de las críticas a la entrada de aceite de oliva de terceros países en España precisamente por ser más barato que el español en la última campaña?
R. Es inevitable, el aceite está globalizado como señalaba antes y es algo que irá a más. Tendremos que aprender a vivir con ello. Normalmente los precios los marca España a nivel mundial, por la gran producción que sale de aquí. Pero esto no se mantendrá siempre.
P. Ha habido una muy señalada operación de concentración vertical entre Hojiblanca y Deoleo. ¿Cómo la valora y qué claves ve a futuro?
R. Las integraciones verticales son deseables, la de Acesur con Jaencoop es otro ejemplo previo. Las horizontales tenemos claro que hay que potenciarlas y lo hacemos desde hace años desde Faeca. En esta operación en concreto se logra que los productores participen en la comercialización, lo que aporta más valor a la concentración. Además, pienso que Deoleo se consolida con esta operación y pasa a ser un proyecto realmente agroalimentario, y no financiero como venía siendo. La empresa se afianza también como multinacional española.
P. Sobre el debate en torno a las aceiteras rellenables, de momento parado en Bruselas, ¿qué piensa?
R. Pues me sorprende lo bien que conoce el tema el comisario de Agricultura. Y lo mal que lo conoce el sector hostelero. Y también me sorprende que haya llegado a tener un nivel de importancia desmedido, convirtiéndose incluso en un elemento antieuropeista. Es importante retirarlas y exhibir siempre el aceite envasado en recipientes no rellenables porque queremos que el consumidor sepa lo que come y que, además, se conozca bien el producto. El ministerio ya ha dicho que va a regularlo a nivel nacional. Para la hostelería el coste es mínimo.