
La compañía familiar malagueña especializada en en energía solar térmica está sorteando la crisis creciendo por toda España.
Novasol es una de las pymes malagueñas que mejor están sorteando la crisis gracias a sus inversiones, sobre todo en su nueva fábrica de Villanueva del Trabuco (Málaga), y sus ventas tanto en el conjunto de España como, de manera creciente desde hace unos años, en el exterior.
En apenas cuatro años, esta empresa andaluza del sector solar térmico ha experimentado un fuerte crecimiento y ha multiplicado por trece su plantilla y por cinco su facturación. En 2008 su volumen de negocio ascendió a cinco millones y en 2011 alcanzó la cifra de veinte millones de euros. En 2012, Novasol, según explicó a elEconomista Antonio Jiménez del Paso, uno de los propietarios de la compañía, prevé facturar alrededor de 25 millones de euros, un 20 por ciento más que el año pasado.
En este periodo de tendencia negativa de la industria, la plantilla, formada por técnicos, ingenieros, administrativos, personal de servicios y creativos publicitarios, creció de doce a 150. Esta cifra se incrementará el próximo año, ya que la empresa malagueña tiene previsto ampliar su nueva fábrica, que, aunque está abierta y produce al 60 por ciento, aún no ha sido inaugurada.
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