
Las 17 instalaciones productivas de combustibles, energía, metalurgia y biofuel de la Bahía de Algeciras vieron crecer con fuerza sus ingresos, hasta rozar los 12.000 millones, pero reducen ebitda por el alza de los costes de las materias primas.
Las empresas ubicadas en la comarca del Campo de Gibraltar han consolidado en 2011 la senda del crecimiento iniciada un año antes tras el batacazo de 2009, según el balance presentado por la patronal que agrupa a las 17 instalaciones productivas de la zona, la Asociación de Grandes Industrias (AGI). Sin embargo, el aumento del coste de las materias primas, en especial del petróleo (el refino representa el 70 por ciento del valor agregado de la producción), han estrechado el beneficio bruto de explotación conjunto -ebitda- hasta su nivel más bajo en esta crisis.
En concreto, las 13 compañías que explotan esas 17 plantas obtuvieron unos ingresos agregados de 11.932 millones de euros, un 27 por ciento más que en 2010. También aquí influyó el mayor precio de venta de los combustibles refinados. Destaca de manera muy relevante también el fuerte impulso exportador de estas industrias, que pasaron de vender fuera el 55,9 por ciento de su producción, desde el 33,7 de 2010. El empuje de los dos grandes referentes de la zona, Cepsa y Acerinox, explica esta tendencia ascendente.
En lo que se refiere al margen, su caída ha estado marcada por el citado aumento de los costes de las materias primas, que crecen un 40 por ciento, trece puntos más que los ingresos, hasta 10.175 millones. Las compañías, para mitigar el impacto de este crecimiento disparado, redujeron los costes de personal desde 283 millones a 263, lo que se tradujo en una reducción del empleo directo total del 9 por ciento, hasta 4.569 trabajadores.
La plantilla total ocupada de forma directa e indirecta (empresas auxiliares) se situó en 8.641 personas, un 1,29 por ciento menos que en 2010 (cuando este volumen total ya se redujo un 0,55 por ciento).
Igualmente, el volumen de inversión se redujo para tratar de salvar el margen de beneficio y se situó en 157 millones, el más bajo de los años de crisis, con una caída del 50 por ciento.
Es destacable también el fuerte incremento de los costes de la energía (derivado del mayor volumen de producción), uno de los inputs básicos sobre los que las industrias no tienen flexibilidad de aprovisionamiento al ser España una 'isla energética'. En concreto, aumentaron un 15,2 por ciento, hasta 386 millones.