Andalucía

La campaña hortícola andaluza

  • El episodio de crisis desatado por la bacteria e. coli ha vuelto a poner de manifiesto el mentón de porcelana de este sector. Las frutas y hortalizas andaluzas se han convertido como ya dijimos en su momento en los "sospechosos habituales" de los escándalos alimenticios. Y eso no siempre es culpa de terceros, sino que implica que hay cosas que no hemos estado haciendo bien.

La crisis económica, la reforma de la PAC y episodios como el de la e.coli obligan a buscar nuevos caminos para que Andalucía mantenga su liderazgo.

En las últimas semanas, la Fundación Cajamar está presentando los informes relacionados con las campañas hortícolas de Huelva y Almería, las dos principales provincias productoras de estos vegetales. Aunque los resultados son relativamente dispares, lo cierto es que hay algunas cuestiones que atraviesan transversalmente la realidad y son comunes no sólo a las provincias mencionadas, sino a toda la agricultura andaluza.

La primera cuestión que se plantea tiene que ver con la actual coyuntura económica, que afecta a los cultivos en dos vías. La primera es la repercusión sobre la demanda: el consumo se ha reducido, sobre todo el realizado fuera del hogar, por lo que el canal horeca se ha visto fuertemente impactado. La segunda es la limitación del crédito, general en toda la economía, que también dificulta la financiación de las empresas agroalimentarias.

El segundo gran tema es el de la reforma de la PAC. Apenas ya ha visto la luz el borrador, se han alistado en su contra la mayor parte de los agentes. Hay menos dinero, nuevos criterios de reparto y más agriculturas entre las que repartir. Es obvio que, por mucho que se reforme, los fondos que llegaran a Andalucía van a ser menos y que tendremos que plantearnos un futuro agrario en el que las subvenciones tiendan a desaparecer.

Finalmente, el episodio de crisis desatado por la bacteria e. coli ha vuelto a poner de manifiesto el mentón de porcelana de este sector. Las frutas y hortalizas andaluzas se han convertido como ya dijimos en su momento en los "sospechosos habituales" de los escándalos alimenticios. Y eso no siempre es culpa de terceros, sino que implica que hay cosas que no hemos estado haciendo bien.

Todos estos problemas nos hablan de un sector plagado de debilidades, pero los datos nos informan de que continúa marcando la pauta en los mercados de destino europeos. Andalucía sigue siendo hoy la despensa de Europa, pero debemos labrar nuevos caminos si en el futuro queremos seguir siéndolo.

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