
Mayores alquileres, más demanda de oficinas y nuevas viviendas serían los resultados del evento.
La expectación es máxima y aunque los apoyos a Madrid dentro del Comité Olímpico Internacional parecen firmes, media España (como siempre, dos Españas) cruza los dedos para que en 2020 el mayor evento deportivo del mundo se organice en la capital. Como es lógico, hay muchos intereses en juego, la mayoría económicos y poco transparentes, lo que no gusta a la opinión pública (la corrupción es lo que tiene). Pero en ese maremágnun de alicientes hay un sector que no oculta su necesidad, un mercado abanderado: el inmobiliario.
Arrastrado por los lodos del descrédito y aunque todavía median siete años hasta la fecha señalada (siempre que la suerte caiga de este lado), una Madrid Olímpica ayudaría, según los expertos, a consolidar el resurgir del sector, aumentar los niveles de oferta y las tasas de disponibilidad de superficies tanto comerciales como residenciales y hoteleras.
Pedro Churruca, consejero director general de Jones Lang LaSalle, es claro al respecto. La organización de los Juegos Olímpicos tendrá un impacto directo sobre el desarrollo de áreas urbanas en el suroeste de la capital, la zona de Barajas y los aledaños del estadio de la Peineta, donde se ubicará la villa olímpica. "Por el lado residencial ahora mismo existe una demanda latente. Hay exceso de vivienda, sí, pero hay zonas en las que se siguen haciendo promociones y los resultados están siendo buenos. Eso es lo que sucede, por ejemplo, en Valdebebas, donde se están construyendo 5.000 viviendas y ya están casi todas vendidas. Ésta es una de las zonas que, sin duda, podría repuntar si Madrid se convierte en anfitriona de los Juegos".
Regeneración urbanística
Churruca también es optimista en cuanto a la regeneración urbanística que podría darse en barrios como San Blas, donde se construirán los edificios que darán cobijo a los deportistas en el caso de que Madrid resulte elegida. Y no sólo por la edificación de nuevas viviendas, también por el incremento en los precios de venta. El alquiler, por su parte, registrará notables subidas y en especial durante la celebración del evento (por encima de un 25 por ciento según Fotocasa).
Este punto de vista también es compartido por Humphrey White, director del área de empresas de Knight Frank, quien ha podido comprobar de primera mano cómo en Londres se recuperaba el barrio de Chobham Manor, donde se instaló la villa olímpica en 2012.
"La clase media se ha trasladado hasta esa zona dando más vitalidad a esta parte de la ciudad. Han bajado las tasas de delincuencia, se han mejorado las infraestructuras y los accesos al barrio y en general se puede decir que el impacto de los Juegos Olímpicos ha sido muy positivo. Es cierto que quizá pueda haber un calentón especulativo en algunas zonas de Madrid con la capitalidad olímpica, pero desde mi punto de vista podemos descartar la formación de alguna burbuja. Las restricciones del crédito hacen que la financiación de estas posibles inversiones se haga con poca deuda", explica el directivo de la consultora londinense.
White también apunta al incremento de la demanda que podría darse en el mercado de espacios comerciales. "La celebración de los Juegos Olímpicos traería hasta la capital a un gran número de empresas que no están asentadas en Madrid, lo que impulsará el mercado de alquiler de oficinas.
Además, este tipo de eventos también sirven para captar inversión extranjera y más ahora que España está empezando a recuperar la confianza perdida. Los hedge funds y el capital riesgo extranjeros se interesan por las oportunidades que ofrece este país".
Como ejemplo, el directivo de Knight Frank hace referencia a la venta de una cartera de viviendas valorada en 100 millones de euros al fondo H.I.G. por parte de la Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la reestructuración bancaria (Sareb) el pasado agosto.
Disponibilidad hotelera
La tercera pata del sector inmobiliario que también tendría un repunte con la selección de la candidatura de Madrid 2020 es el hotelero. Según un estudio de Jones Lang LaSalle, la mayoría de las sedes olímpicas ha visto cómo la oferta de habitaciones se incrementa a medida que se acerca la fecha de la cita, disminuyendo, sin embargo, la ocupación durante el año de los Juegos, para recuperarse tras ese periodo. Otra de las conclusiones de este estudio apunta a que el año del acontecimiento las tarifas diarias de los hoteles suben considerablemente, para volver a sus niveles normales al año siguiente.
Madrid cuenta con una ventaja añadida en este sentido. "El impacto de unos Juegos Olímpicos en una ciudad como Madrid sería enorme, porque aunque tiene innumerables atractivos es una ciudad que hasta la fecha no se ha vendido internacionalmente como se merece. Los Juegos Olímpicos pondrían en el mapa a Madrid, como en su día pusieron a Barcelona, y muchos visitantes de todas las partes del globo visitarían una ciudad que sin olimpiadas jamás habrían visitado", explica el director para España y Portugal del área de hoteles de la consultora, Luis Arsuaga.