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Cinco buenas razones para escaparse a los Alpes italianos en primavera

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La oferta turística de los Alpes italianos, en la región del Tirol del Sur o Südtirol, seduce y enamora tanto a los amantes de la naturaleza, como a los apasionados de la historia, e incluso a los foodies trotamundos que buscan sabores y experiencias gastronómicas nuevas.

1. Senderismo

Recorrer las mejores rutas de senderismo. 13.000 kilómetros de senderos perfectamente señalizados ofrecen a los apasionados del trekking un abanico muy amplio de experiencias y paisajes fantásticos. Hay rutas muy sencillas, como los caminos construidos a lo largo de los canales de regadío, conocidos como Waalwege; otras muy fotográficas, como las que circundan el pico Ivigna (2.581 m); y algunas muy espectaculares como la de Alta Via: 150km atravesando algunos de los rincones más bellos de los Dolomitas, como el lago Braies. Eso sí, para caminar durante varios días.

2. Meditar en los lagos más bellos

Las tierras sudtiroleses están salpicadas de rincones extraordinariamente relajantes. Como la pequeña laguna de Totensee, también conocida como el Lago de Monte; el lago de Caldaro. Una invitación a desconectar al 100%.

3. Soltar adrenalina

Porque los Dolomitas no solo se descubren a pie o en coche. Hay quienes prefieren verlo a vista de pájaro lanzándose en parapente desde Tirolo o desde el puerto de montaña de Plose en Bressanone; recorrerlo a lomos de un caballo; sobre una bicicleta de montaña o incluso moviéndose entre las ramas de los árboles en cualquiera de los divertidos parques de aventuras en los bosques.

Descubrir nuevas historias

Solo aquí, en esta zona, es posible ver fósiles increíbles, como los que se muestran en el museo de los fósiles de Meltina; admirar los más de 700 cascos de bomberos históricos del curioso museo de Gais; profundizar en el folclore y arte local en el museo de Brunico; fantasear con otros tiempos en el Castillo medieval de Roncolo, emplazado sobre una roca cerca de Bolzano y soporte de unos maravillosos frescos medievales; y hasta conocer de primera mano los secretos mejor guardados del cultivo de las manzanas Marlene® en el museo de la fruticultura en Lana. Sin olvidar al famoso Ötzi, el hombre de hielo de Bolzano; ni el estupendo Museo de la Mujer de Merano (www.museia.it/it/home/).

5. Comer requetebién

La gastronomía italiana es famosa por su buen gusto y sabor, pero además, en Tirol del Sur/Südtirol, la experiencia culinaria se enriquece con los platos típicos de la zona que son de quitar el sentido: los canederli (una especie de albóndigas muy jugosas con o sin carne); las sopas típicas sudtirolenses como la de vino o la de cebada; los gnocchetti o Spätzle de espinacas; los riquísimos Krapfen o bollitos dulces esponjosos; el salmerino o trucha alpina y, ¡cómo no!, los mejores strudels realizados con las manzana Marlene®. Otro de los placeres culinarios es probar las deliciosas infusiones hechas con los frutos y hierbas del bosque sudtirolés.

Razón extra: disfrutar y ver crecer manzanas en las montañas

Esta región es el entorno natural donde crecen las manzanas Marlene, únicas en calidad, textura, aroma y sabor gracias a la fuerza de las montañas que las protegen y a las más de 2.000 horas de sol al año que reciben.

Sabine Oberhollenzer, responsable del departamento de Relaciones Públicas del Consorcio VOG,  el productor de manzanas Marlene, dice de Tirol del Sur/Südtirol que "es una zona maravillosa que merece la pena descubrir a fondo". "Un fin de semana no basta para admirar todas las maravillas que posee esta región, es verdad, pero puede ser un buen inicio para adentrarse en toda su riqueza. Además, en primavera, los cultivos de manzanos están en flor, decorando el paisaje de un delicado color rosa. Un espectáculo único que merece ser visto al menos una vez en la vida", añade Sabine.

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