
Un protagonista discreto pero irremplazable de los hoteles y que está en todas las habitaciones de forma indiscutible es el minibar. La cadena hotelera Hoteles Center comparte con Evasión las curiosidades de este objeto, "considerado casi como una presencia en las habitaciones, al que algunos le tienen respeto por su alto precio, y no se atreven ni a acercarse", explica
1. Lleva casi sesenta años siendo un elemento más de las habitaciones de hotel
El primer hotel en incorporarlo fue el Madison de Washington en los años 60. Se instaló el minibar y fue considerado una innovación y un servicio increíble al alcance solo de los sitios más lujosos. En un principio, este cajón de los secretos solo contenía comida, pero a partir de los años 70 se añadió la posibilidad de mantener satisfecho al cliente con su demanda de bebidas alcohólicas. El primer hotel en hacerlo fue el Hong Kong Hilton, y desde entonces, las posibilidades del minibar son casi infinitas. Batidos, refrescos, combinados, chocolatinas, frutos secos, snacks o incluso sándwiches, aparecen en la carta del conocido minibar.
2. Existen por normativa
Aunque se piense que son un timo para el cliente, lo cierto es que no suponen un altísimo nivel de ingresos para los establecimientos hoteleros y no están por su voluntad. La normativa exige que en cada habitación haya un minibar para poder complacer a los clientes de los hoteles de cuatro y cinco estrellas. De hecho, en muchos hoteles resulta un servicio deficitario que, sin embargo, hay que garantizar. Y es que, para los hoteles, más allá de una inversión, supone numerosos gastos adicionales. "El mantenimiento al que se somete a estos dispositivos requiere, además de la compra del electrodoméstico, control al mantenerlo, y emplear a nuestro personal para que se involucre en la comprobación diaria del mismo" declaran fuentes de Hoteles Center.
3. Los conflictos vienen con el pago
Los trucos de los clientes para evitar pagar sus encuentros con el minibar pasan desde rellenar con agua las botellas de alcohol hasta negar que han consumido nada cuando realizan el check out. "Algunas cadenas han comenzado a emplear un sistema más avanzado y tecnológico de cuenta, como en sensor por movimiento de forma que contabilizan cada vez que se abre la puerta del frigorífico, y con eso monitorizan el consumo. De esta forma, el cargo se añade a la cuenta del cliente, pero nosotros creemos que no es el momento de llegar a este sistema. Nuestros clientes pueden con total confianza decir lo que han consumido o lo que no", explican desde Hoteles Center.
4. Las infusiones le ganan la batalla al alcohol
En un principio, la comodidad que suponía para el cliente contar con un frigorífico en el que preparar una copa en sus momentos de descanso era vital. Pero ahora, "lo cierto es que nuestros clientes nos confiesan estar más que contentos con el servicio disponible en las habitaciones de café e infusiones".