El Monte Kelimutu, ubicado en la preciosa Isla de Flores, en Indonesia, se convirtió en Parque Nacional en el año 1992. Se trata de un lugar sagrado, en el que las creencias populares y las historias que cuentan sus vecinos no dejan indiferente a nadie.

En Indonesia conviven cerca de 400 volcanes, formando parte del Cinturón de Fuego del Pacífico. De todos ello, son 127 los volcanes que permanecen activos en la actualidad. El Kelimutu es uno de ellos y el más especial debido a su imponente majestuosidad. Está ubicado en una sencilla y modesta localidad de la Isla de Flores, conocida como Moni, donde sus gentes viven con sencillez y cierta misticidad.

La peculiaridad del Volcán Kelimutu

Una de las curiosidades más impactantes del volcán Kelimutu son sus famosos lagos coloridos. Dicho volcán cuenta con tres cráteres, que albergan sendos lagos, de diferentes colores. Además, a lo largo del año cada uno de los lagos muestra notables cambios de color. El monte Kelimutu tiene una altura total de 1939 metros y ofrece unas vistas impagables a los mágicos lagos del volcán.

Pese a ser considerado un volcán activo, hace muchos años que no entra en erupción. La última vez que el Kelimutu erupcionó fue en el año 1968. Los expertos aseguran que los cambios de color de las aguas de los lagos se deben a la propia actividad geológica de los gases y vapores que alberga cada lago. Debido a los químicos y las sustancias que habitan en el agua, la oxidación se modifica constantemente, provocando la aparición de diferentes colores.

Un lugar sagrado

Los nativos de la Isla de Flores consideran al volcán Kelimutu como un entorno sagrado y sus creencias aseguran que al morir alguno de los habitantes de la isla, su alma se va directa a alguno de los tres lagos:

Tiwu Ata Mbupu: es el lago más occidental y suele mostrar un color negro oscuro. Según la leyenda aquí se sumergen las almas de personas mayores.

Tiwu Nua Muri Koo Fai: el lago presenta generalmente un precioso color turquesa y se dice de él que alberga las almas más jóvenes.

Tiwu Ata Polo: es conocido también como el lago encantado. Su color es el más variable, ya que puede pasar de rojo a turquesa o a blanco en cuestión de días. Aquí descansan las almas de aquellos que han cometido delitos.