Brandale Randolph como abolicionista, firme defensor de la igualdad y del respeto a las minorías ha creado la compañía 1854 Cycling para ayudar a los esclavos de las sociedades de hoy: los expresidiarios. "Hoy en día, nuestra lucha es contra la puerta giratoria del sistema de justicia penal", explica.

Según datos de 1854 Cycling, el 76.6% de todos los presos liberados serán arrestados nuevamente dentro de los cinco años siguientes a su puesta en libertad. Esta reincidencia, continua explicando la compañía, se debe a menudo a la falta de vivienda y a una pobreza casi intrínseca. Por ello, una parte de los ingresos que genere cada artículo servirán para contribuir a programas que ayuden a poner fin "a estos ciclos de pobreza entre los exconvictos".

Este compromiso no elude al nombre de este fabricante de bicicletas. 1854 hace referencia a la reunión que mantuvo el grupo Sociedad Antiesclavista en Framingham (Massachusetts), el cuatro de julio de ese mismo año, para protestar contra la hipocresía de celebrar la independencia de Estados Unidos mientras participaba en la práctica de la esclavitud americana. Y también, el nombre de cada modelo de bicicleta rememora figuras que lucharon por la abolición.

Lo cierto, Brandale Randolph se declara abolicionista y creyente en esa parte de la Declaración de la Independencia Americana en la que establece, como entre verdades evidentes, "que todos los hombres son creados iguales, que son dotados por su creador de ciertos derechos inalienables, vida, libertad y la búsqueda de la felicidad".

Las bicicletas de 1854 Cycling son resistentes, elegantes y destacan por sus detalles vintage en manillar y sillín. La gama de precios varía entre los 700 y 2.500 dólares, y la marca también tiene a la venta prendas de ropa deportiva con el logo de la marca. Thoreau es el último diseño de la compañía, una bicicleta de montaña eléctrica de 500 vatios que presentará en la Philly Bike Expo.

Los planes de Randolph para 1854 Cycling, que actualmente buscan una ronda de financiación inicial de 1,5 millones de dólares, van más allá de las referencias históricas y la implementación de la acción social porque pretende incluir la contratación en su empresa de expresidiarios y enseñarles un oficio.