
Si tener un jet privado entre tus vehículos es ya en sí un lujazo que muy pocos pueden permitirse, aterrizarlo en cualquier aeropuerto se convierte en algo casi prohibitivo. Cada aeropuerto del mundo, que permite el despegue y aterrizaje de aviones privados, cuenta con diferentes tasas para ello. Obviamente no solo se debe pagar por aterrizar o despegar, sino que es importante contar con el alquiler del hangar, así como el salario del personal aeroportuario, entre otras cosas.
Cada tarifa, de pago obligatorio, varía en función del aeropuerto. Es decir, teniendo en cuenta el tráfico aéreo de los mismos, los costes serán más o menos caros. Lo más curioso es que estas tasas no se han de abonar en función de los pasajeros que lleva el avión privado, sino del peso del mismo. Por lo tanto, un jet deberá abonar una cuota fija, independientemente de la cantidad de personas que lleve a bordo.
Los aeropuertos con tasas de aterrizaje más caras
En la cabeza de la lista de los aeropuertos que cobran las tasas de aterrizaje y despegue más elevadas a sus usuarios, se alzan tres aeropuertos japoneses. Haneda y Narita en Tokio son los que más cobran a los jets para sus aterrizajes. Concretamente, si tienes un avión privado y quieres llegar a estos aeropuertos tendrás que abonar entre 6.500 euros y 5.000 euros.
El Aeropuerto Internacional de Toronto, en Canadá, también cuenta con elevadas tasas en este sentido. Cerca de 75 aerolíneas operan en él, lo que lo convierte en un exclusivo lugar en el que aterrizar los jets privados más lujosos. Unos 5.000 euros es lo que costarían las tasas para este cometido. Siempre, obviamente, teniendo en cuenta el peso total de la aeronave.
En Nueva York, es el aeropuerto de La Guardia el que más cobra a los propietarios de aviones privados por utilizar sus pistas. Se trata del aeropuerto más grande de Estados Unidos en cuanto a pasajeros. Con la reforma aprobada para este lugar, lo más probable es que La Guardia suba puestos en este ranking en el futuro. En la actualidad hay que abonar cerca de 4.000 euros por aterrizar o despegar desde él.
En Europa, son los aeropuertos de Dublín, en Irlanda y el de Brístol, en Reino Unido, los que mayores tasas cobran a sus clientes. Entre 4.000 y 4.500 euros, aproximadamente es lo que se debe de invertir para usar las pistas de aterrizaje y despegue.