
Hace 41 años que Jacqueline Dimier se convirtió en diseñadora de la prestigiosa firma de relojería de lujo Audemars Piguet. Concretamente, se dedicó a diseñar las colecciones femeninas de la firma. Y su primer trabajo consistió en rediseñar el reloj Royal Oak, que Gérald Genta creó en 1970.
En sus inicios se trataba de una pieza de lujo de alta relojería masculina, con formas rudas y varoniles. Por ello, en 1976, Dimier apostó por utilizar las técnicas más modernas de relojería, convirtiendo al Royal Oak en un reloj de pulsera femenino y único.
Tras el diseño inicial y original de Jacqueline Dimier, el reloj especialmente pensado para una mujer contemporánea, se ha convertido en un clásico de Audemars Piguet.
Para conmemorar los cuarenta años desde el nacimiento de esta pieza de alta relojería, la firma ha contado con la colaboración de la famosa diseñadora de joyas italiana Carolina Bucci, quien ha reinterpretado por completo el diseño del Royal Oak femenino, adaptándolo a los nuevos tiempos y recurriendo a tecnologías únicas.
El principal cambio en el diseño de este espectacular reloj se refleja en el exterior de la pieza. Bucci ha apostado por una técnica de orfebrería, conocida como "florentina". Esto permite que el acabado del reloj muestre un singular brillo, que se logra tras un tallado especial.
El nuevo Royal Oak de mujer está disponible en dos tonalidades de oro, blanco y rosa. Para conseguir que esta técnica se pudiera aplicar al diseño de un reloj, los artesanos de Audemars Piguet han tenido que trabajar durante meses, en colaboración con la diseñadora, para extrapolar una complicada técnica de tratamiento de joyas a piezas más grandes como los relojes de pulsera.
La técnica se basa en crear pequeñas hendiduras en el oro, a través de una pequeña punta de diamante. El resultado es un efecto súper brillante cuando entra en contacto con la luz. Lo más característico es que la pieza no pierde nada de suavidad.