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Impactantes hoteles de lujo en Suiza: ¿preparando las vacaciones de Navidad?

Las vacaciones de Navidad están a la vuelta de la esquina. Por lo tanto, hay que comenzar a repasar qué lujosos destinos pueden convertirse en la mejor opción para disfrutar de estas fechas señaladas. En este sentido, Suiza se convierte en uno de los lugares ideales en Europa para disfrutar de una escapada navideña. Los Alpes nevados y las pintorescas calles de algunas de las ciudades suizas hacen que se trate de uno de los destinos favoritos de la jet set mundial.

Son muchos los hoteles de Suiza que apuestan por la elegancia, el lujo, la privacidad y el confort. Pero estos son dos de los establecimientos hoteleros más llamativos de la zona. Además, se trata de dos conceptos totalmente diferentes para pasar unas vacaciones muy lujosas.

Hotel Royal Savoy en Lausana

El hotel Royal Savoy cuenta con un marcado aspecto señorial de estilo vintage. Su construcción data del año 1906, por lo que entre sus muros se han vivido historias variadas y muy peculiares. De hecho, este hotel se convirtió en el refugio de la Familia Real Española, durante su exilio en la II República.

El hotel tiene un aspecto fabuloso, emulando a los conocidos chateaux de la zona. En 2015, el hotel reabrió tras un exhaustivo proceso de reforma que duró cinco años. Durante las obras, se restauró gran parte de la arquitectura original del hotel y se construyó un edificio anexo, que permitió aumentar la oferta en el complejo.

En total son 196 habitaciones, decoradas con un estilo contemporáneo que apuestan por toques Art Nouveau. Además, los huéspedes de este hotel podrán disfrutar de los tratamientos de belleza más lujosos en sus 1.500 metros cuadrados de spa.

La Brasserie del Royal es el restaurante del hotel, que cuenta con el asesoramiento culinario del chef Marc Haeberlin, quien atesora tres estrellas Michelin.

Hotel Palafitte en Neuchâtel

Por su parte, el hotel Palafitte apuesta por la modernidad más absoluta. Se trata del primer hotel europeo que cuenta con sus habitaciones suspendidas sobre el agua. El lago de Neuchâtel es el lugar elegido para ubicar este famoso hotel de lujo. Se construyó en el año 2002, tras un proyecto arquitectónico de Kurt Hoffmann.

En total son 40 pabellones independientes de unos 68 metros cuadrados habitables cada uno. 26 de ellos se ubican sobre las aguas del lago, con acceso directo al mismo desde la terraza. Otras 14 habitaciones están ubicadas en las orillas de dicho lago. Lo más característico y llamativo de este hotel son las vistas a los Alpes y al lago que se proyectan desde cada una de las habitaciones. La exclusividad y la privacidad es la seña de identidad del hotel Palafitte.

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