Pensar en elegancia y alta costura es, sin duda, pensar en Zuhair Murad. Este diseñador de moda libanés se erige como uno de los imprescindibles de los desfiles de haute couture más prestigiosos del mundo. Su marcado estilo y personalidad le han hecho despegar y llegar a lo más alto del firmamento.
Zuhair Murad pisó por primera vez una pasarela de moda en el año 1999, y desde esa colección su carrera ha subido como la espuma. Gran parte de las celebrities internacionales y las mujeres de la alta sociedad apuestan por elegir prendas de este diseñador para vestir en sus actos más prestigiosos.
De hecho, no existe en el mundo alfombra roja que no ponga en jaque al resto de diseñadores exponiendo numerosos diseños del libanés. Y es que este chico apuesta por las formas femeninas, logrando potenciarlas y vistiendo a auténticas princesas de cuento. Su insignia son las transparencias, los cortes princesa y los brillos. Y jamás ha perdido el estilo que lo ha catapultado a un elevado lugar, en el que compite con mucho tino con las grandes firmas de moda. Zuhair Murad y sus prendas de alta costura no tienen nada que envidiar a las casas de moda más prestigiosas y afamadas.
Zuhair Murad y su cielo estrellado
La presentación de la última colección de alta costura del diseñador libanés, tuvo lugar en la prestigiosa semana de la moda de París. Además, fue el encargado de cerrar los desfiles más esperados de la temporada.
La sorpresa fue mayúscula cuando comenzó el desfile de Murad. Elegantes vestidos largos, repletos de materiales brillantes, faldas voluminosas y cortes princesa para recorrer una pasarela muy exigente. El cielo, las estrellas y las constelaciones sirvieron de inspiración para el diseñador de las estrellas. Vestidos que evocan un cielo estrellado, con cinturones y diademas en materiales de primera categoría, han logrado engrandecer, todavía más, los diseños de alta costura del libanés.
Las transparencias, como siempre, formaron parte de uno de los desfiles de haute couture más esperados. Vestidos largos, o jumpsuits perfectos con transparencias nada vulgares permitieron que el final de la semana grande de la moda parisina cerrara con un sabor muy dulce.
Para finalizar el desfile, un vestido de novia de corte princesa, en color blanco roto y con una larguísima cola fue la apuesta de Zuhair Murad. Las estrellas, la naturaleza y el cielo estuvieron presentes durante todo el evento, haciendo soñar a los asistentes.