
La multinacional catalana de perfumería, cosmética y moda Puig ha rubricado su tercera operación corporativa del año con la compra de la mayoría de la firma india Kama Ayurveda, en la que entró en 2019 con un pequeño porcentaje de su capital.
La marca ayurvédica de belleza, bienestar y cuidado personal, fundada en 2002 y líder en India, cuenta con 54 tiendas propias en dicho país y tiene planes para superar las 60 a finales de 2022. Además, con el apoyo reforzado de Puig dará el salto a la internacionalización, empezando por Reino Unido a principios de 2023. Puig también aportará su experiencia en el campo de la construcción de marcas, la tecnología del cuidado de la piel y la perfumería.
Según Marc Puig, el presidente ejecutivo de Puig: "India supone una oportunidad increíblemente emocionante para Puig, y con esta inversión daremos continuidad a nuestra estrategia de consolidar la fuerte presencia de Kama Ayurveda en el mercado interior indio y de buscar oportunidades atractivas en mercados clave del panorama internacional".
Con la compra de la mayoría de Kama Ayurveda, esta marca gana peso en el portafolio de Puig, que cuenta con nombres como Carolina Herrera, Paco Rabanne, Jean Paul Gaultier, Dries Van Noten, Nina Ricci, Byredo, Penhaligon's, L'Artisan Parfumeur y Loto del Sur. También tiene licencias como Christian Louboutin y Comme des Garçons Parfums; y fragancias Lifestyle como Antonio Banderas, Adolfo Dominguez, y Benetton, además de su división dermatológica, con Uriage, Apivita e Isdin (joint venture con Esteve).
La estrategia seguida con Kama Ayurveda sigue los pasos de la anunciada en julio para la empresa colombiana de cosmética Loto del Sur. Puig también tenía una participación minoritaria en dicha compañía desde 2019, que convirtió en mayoritaria para impulsar su crecimiento en Latinoamérica y su internacionalización, incluyendo el desembarco de la marca en el mercado español con la apertura de una primera tienda en Madrid, y también en el estadounidense con una tienda en Miami.
Esa fue la segunda operación corporativa del año para el grupo familiar español; la primera fue la compra anunciada en mayo de la mayoría de la firma sueca de lujo Byredo, por la que también pujaba L'Oréal, y que vende sus productos en 55 países.
La facturación de Puig llegó en 2021 a los 2.585 millones, frente a los 1.537 de 2020 y los 2.029 de 2019, y la compañía prevé superar los 3.000 millones de facturación este 2022, un año antes de lo previsto y el doble que dos años atrás. También espera superar los 500 millones de ebitda este año, frente a los 425 de 2021, que se ha convertido en el mejor año de su historia en cuanto a ventas y resultado antes de impuestos. Sus productos llegan a más de 150 países.