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Dr. Morales Raya, dermatólogo, sobre la sudoración excesiva en las manos: "Suele manifestarse desde edades tempranas y se agrava con el estrés, el calor o emociones intensas"

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Hay muchas cosas que pueden hacernos sudar: una primera cita, una entrevista de trabajo, una clase de spinning o incluso ese mensaje que tarda demasiado en llegar. Pero cuando el sudor se apodera de tus manos sin que haya un motivo claro, estamos hablando de otra cosa: hiperhidrosis palmar, una afección más común de lo que parece y bastante más incapacitante.

"No se trata solo de una molestia estética. Puede interferir en actividades tan básicas como escribir, usar el móvil, conducir o practicar deporte, y además genera inseguridad y malestar emocional", explica el Dr. Morales Raya, dermatólogo especializado en láser, acné y estética, fundador de Raya Cosmética y la clínica que lleva su nombre en Madrid. Y lo dice con conocimiento de causa. Recibe en consulta a decenas de pacientes cada mes que arrastran este problema desde la infancia.

¿Por qué sudan tanto las manos?

La hiperhidrosis palmar se produce, en la mayoría de los casos, por una hiperactividad del sistema nervioso simpático. "Es lo que denominamos hiperhidrosis primaria, y suele manifestarse desde edades tempranas con brotes que se agravan con el estrés, el calor o emociones intensas", explica el dermatólogo. En otras palabras: tu cuerpo, sin pedirte permiso, decide activar el modo sauna solo en tus palmas.

También existe la hiperhidrosis secundaria, aunque es menos frecuente y suele estar relacionada con enfermedades endocrinas, neurológicas o la toma de ciertos medicamentos. Por eso es fundamental acudir a un especialista que descarte estas causas antes de plantear un tratamiento. Y a continuación entenderás por qué.

Más allá del sudor: baja autoestima, inseguridad social y vergüenza constante

Pocas cosas tan incómodas como evitar dar la mano en una presentación laboral, o tener que secarte disimuladamente en los vaqueros antes de coger la de tu cita – y hacerme caso porque sé de lo que hablo, lo sufro en primera persona –. Esta afección puede provocar un gran impacto emocional. "Muchos pacientes acuden a consulta porque ya no pueden más: sienten vergüenza en situaciones cotidianas y su autoestima está muy afectada", señala el Dr. Morales Raya.

Y no, no es exageración. Un estudio del International Journal of Dermatology revela que la calidad de vida de las personas con hiperhidrosis se ve tan afectada como la de quienes padecen enfermedades crónicas. Muchas veces, estos pacientes desarrollan ansiedad social, evitan el contacto físico o limitan su carrera profesional por miedo al juicio ajeno. Y puede parecerte una exageración si no lo padeces, pero realmente condiciona muchísimo la vida.

Otro dato que preocupa (y alerta a las personas que padecen sudoración excesiva en las manos es el posible mal olor). Aunque el sudor de las palmas, producido por glándulas écrinas, es en principio acuoso e inodoro, sí puede llegar a oler si hay una alteración del equilibrio de la piel. "Cuando es muy persistente, puede favorecer la maceración, la proliferación de bacterias o levaduras y causar mal olor incluso con una higiene adecuada", apunta Morales Raya. La clave está en mantener la piel seca, ventilada y tratar la hiperhidrosis de base.

Famosos que también lo han sufrido (y sus consecuencias)

La buena noticia es que somos muchas las personas que lo padecemos. Personajes como David Broncano o Lucía Pombo también han hablado abiertamente sobre este problema. De hecho, ambos se sometieron a una simpatectomía torácica endoscópica, una intervención quirúrgica que corta el nervio simpático para frenar la sudoración. ¿El problema? En algunos casos, esta cirugía puede generar lo que se conoce como sudoración compensatoria, es decir, dejas de sudar por las manos, pero lo haces por otras zonas del cuerpo en exceso.

"Este procedimiento se reserva solo para casos muy graves y refractarios, porque los riesgos son considerables", alerta el dermatólogo. Lucía Pombo lo ha contado sin filtros en sus redes: se arrepiente de haberse operado porque ahora sufre sudoración excesiva en espalda, pecho y piernas. ¿Moraleja? Mejor optar primero por tratamientos no invasivos y, por supuesto, siempre contar con la opinión de un profesional.

Tratamientos que sí funcionan (y sin efectos rebote)

La buena noticia que, en la actualidad, existen tratamientos eficaces, seguros y personalizados para controlar la hiperhidrosis palmar sin necesidad de recurrir a cirugía. El Dr. Morales Raya nos resume las principales alternativas disponibles:

  • Toxina botulínica tipo A: "Es el tratamiento más eficaz y seguro. Se inyecta directamente en las palmas, bloquea la señal nerviosa que activa la sudoración y sus efectos duran unos 4-6 meses. En nuestro centro lo realizamos habitualmente, con anestesia tópica o bloqueo nervioso para mayor comodidad", explica.
  • Iontoforesis: método no invasivo que aplica corriente eléctrica de baja intensidad a través del agua para reducir la actividad de las glándulas sudoríparas. Funciona bien en casos leves o moderados, aunque requiere constancia.
  • Antitranspirantes con cloruro de aluminio: disponibles sin receta, pero con eficacia limitada en palmas y riesgo de irritación.
  • Fórmulas magistrales con anticolinérgicos tópicos: "Actúan inhibiendo localmente la producción de sudor sin provocar los efectos adversos sistémicos de su uso oral. En algunos pacientes los combinamos con toxina botulínica para reforzar el efecto".
  • Anticolinérgicos orales: reservados para casos muy seleccionados, bajo estricta supervisión médica debido a sus posibles efectos secundarios (como sequedad bucal o visión borrosa).
  • Simpatectomía torácica endoscópica: "Aunque puede ser definitiva, se reserva para casos muy severos y refractarios, por su riesgo de sudoración compensatoria en otras zonas del cuerpo. Debe valorarse con mucha precaución", insiste el doctor.

Diagnóstico dermatológico y tratamiento individualizado: la clave para recuperar la seguridad

"La hiperhidrosis palmar no es una simple molestia estética: puede condicionar de forma importante la vida social, laboral y emocional del paciente", insiste el dermatólogo. "Afortunadamente, hoy en día disponemos de tratamientos eficaces que, en manos de un especialista, permiten controlar el problema de forma segura y personalizada. La mejora en la calidad de vida es muchas veces inmediata y muy llamativa".

Así que, si llevas años ocultando tus manos, evitando contactos por culpa del sudor – como yo –, quizás ha llegado el momento de acudir a un dermatólogo y darle a tu autoestima lo que merece: una solución real. Porque sí, recuperar tu seguridad también empieza por las manos.

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