
Este sábado el cine español celebra su gran noche de Los Goya, una cita indiscutible para los amantes del cine. Lo cierto, este mes de febrero también se celebran los Oscar, de la Academia de Cine de Estados Unidos, y los Bafta, de la Academia de Cine británica. Un mes de cine del bueno que puede tener como colofón un viaje en Semana Santa a algunos de los siguiente destinos cinematográdicos.
Las películas y sus actores son una invitación a conocer esos escenarios de historias fascinantes y vivirlos en carne propia. Así, la consultora Tourism Competitive Intelligence (TCI) Research, en su investigación Travelsat Competitive index, pudo constatar que tan solo en el año 2012 el cine movió unos 40 millones de turistas internacionales. La agencia online Rumbo.es hace un recorrido por los mejores destinos cinematográficos para visitar este mes de febrero.
Punta Cana: de la travesía pirata a la guerra
Isla Sanoa es uno de los rincones del mundo por donde navegó el excéntrico Jack Sparrow durante su travesía en Piratas del Caribe (2003), nominada a seis Oscar. Lo curioso es que esta isla fue hace años el escenario de combates entre verdaderos piratas caribeños que buscaban conquistar tesoros y tierras. Esta región cuenta con una geografía tan rica que, a tan solo pocos kilómetros, tuvo lugar (de forma ficticia) la Guerra de Vietnam. Francis Ford Coppola escogió el Río Chavón (un entorno más selvático) para relatar parte de la tragedia de Apocalipsis Now (1979), reconocida con dos estatuillas.
París: el despertar de la pasión (y el apetito)
La ciudad de la luz, el amor y el cine. París es un museo al aire libre que sirve de plató para cualquier historia como por ejemplo Ratatouille (2007). Si bien es cierto que esta película no fue rodada como tal en las calles de París por ser de animación, la obra sí que sabe captar la esencia de la capital francesa desde un lugar especial: los fogones.
Para los más enamorados, está Moulin Rouge (2001)?. Un cabaret que hoy despierta encanto pero que, a comienzos del siglo XX, fue descrito por el escritor ruso Andréi Bely como la taberna del infierno, donde los licores eran servidos por el mismísimo diablo. Sin duda, un lugar que desata pasiones.
Mallorca: el escenario ideal para todo
"Mallorca tiene una belleza muy fácil de aprovechar". Así describió a esta isla Luis García Berlanga, director de la obra maestra del cine español El Verdugo (1963). Sus bellezas naturales, el sol resplandeciente casi todo el año y la particular alegría de su gente cautivaron a los ojos del cineasta. Además, ha sido capaz de seducir además a un profesor universitario en La isla del holandés (2000) que, a pesar de haber sido deportado a este lugar, quedó atrapado por la magia de sus cuevas y los secretos que se esconden tras este enclave del Mediterráneo.
Nueva York: la ciudad de lo inverosímil
Si hay algo que ha demostrado el cine es que en Nueva York puede pasar de todo. Hasta lo menos sospechado. Desde ser el epicentro del apocalipsis del mundo, ser atacada por extraterrestres, ver como un gorila trepa sus rascacielos hasta ver correr fantasmas por sus calles, como ocurre en Los Cazafantasmas (1984). Si hay un parque de bomberos que es famoso en el mundo es del número 14 de North Moor Street. De ahí no sale el ectomóvil ni se escucha la marchosa canción de Ray Parker ni se puede ver al atrevido fantasma pegajoso Slimer, pero los fans lo visitan para sentir la magia de una película que marcó un hito.
Otro destino de peregrinación clave es la tienda Tiffany & Co de Desayuno con diamantes (1961). Miles de personas sueñan con ser Audrey Hepburn esperando a su George Peppard frente a la tienda de Tiffany & Co. de la Quinta Avenida. Y si es por lugares diferentes para citas, no puede faltar la New York Public Library, donde Holly y Paul tuvieron un par de encuentros fuera de lo común.
Pero el recorrido de esta ciudad debe ser sí o sí, por lo menos una vez, en un cab, esos coches amarillos protagonistas de Taxi Driver (1976). La idea es que no sigas el ejemplo de Robert De Niro -quien se adentró en el lado turbio de la ciudad de la mano de Martin Scorsese- y vivas la ciudad desde una perspectiva alegre y cultural.
Dubai: el desierto (no tan) desconocido
Hollywood se ha encargado de mostrarnos el desierto de una forma que nunca nos imaginamos. Quien no lo crea, que le pregunte a Tom Cruise, quien sobrevivió intacto a una tormenta de arena en Misión Imposible: Protocolo Fantasma (2011), tras haber trepado por uno de los espectaculares rascacielos de Dubai. Pero los humanos no han sido los únicos en tener afrontar las dificultades del desierto. Los droides de Star Wars: Episodio VII - El despertar de la Fuerza (2015) saben lo que supone sobrevivir a batallas épicas en este tipo de contextos únicos en el planeta. Pese a lo que diga Hollywood, hoy por hoy, Dubai y todo su entorno despiertan fascinación en los turistas por su contraste entre la modernidad más absoluta y su cultura ancestral.
Tenerife: el gran plató por descubrir
La trama de la película A todo gas 6 (2013) sucede en Sudamérica, pero en realidad algunas de las escenas fascinantes de Vin Diesel y Paul Walker fueron rodadas en Canarias, en lugares como Garachico, Icod de Los Vinos, San Juan de la Rambla, Buenavista del Norte y Guía de Isora. Por eso no es de extrañar que más de un 'friki' de la saga visite Tenerife para vivir, aunque sea por unos minutos, la emoción de las carreras más míticas del cine. Lo mejor de todo es que cada vez más directores están mirando a las islas para desarrollar alguna historia.
Las Palmas: donde es posible el amor
Las Palmas de Gran Canaria fue testigo de una de las historias de amor más conmovedores: la de Kilian y Bisila, en Palmeras en la nieve (2015). La historia se desarrolló en el Parque Rural de Doramas, en el municipio de Teror. Allí se encuentra la famosa Finca de Osorio donde se recreó una plantación de cacao de Guinea Ecuatorial, además se plantaron más de 400 palmeras y 9 edificaciones, construyendo un paraje natural único en la isla. La finca se puede visitar y todos los fans empedernidos del libro y la película pueden revivir esta idílica historia de amor.
Marrakech: entre el misticismo y el misterio
Alfred Hitchcock tenía una visión muy especial para escoger los escenarios de sus historias. Nunca se equivocó y con Marrakech acertó. La plaza Yamaa el Fna fue testigo de una de las escenas entre Doris Day y James Stewart en El hombre que sabía demasiado (1956). Rodeados de mercaderes, productos típicos del lugar y el color tan característico de Marruecos, el director construyó el retrato perfecto en cada una de las estudiadas tomas de este film. Los verdaderos fans del maestro del terror (y del buen gusto) tampoco deben perder la oportunidad de visitar La Mamounia, un majestuoso hotel de cinco estrellas, construido en una finca real del siglo XII.
La Habana: el refugio de los Transformers
Que los autobots tomen La Habana ya no es sorpresa para nadie. La capital cubana se ha convertido en los últimos años en uno de los platós favoritos de los directores estadounidenses. Michael Bay escogió esta pintoresca ciudad para Transformes 5 (2017), apenas pocas semanas después de que sus calles sirvieran de pistas de carreras para A todo gas 8 (2017).
Ámsterdam: lugar de amigos y grandes planes
La Ámsterdam de Van Gogh ha sido testigo de infinidad de historias. La de dos eternos amigos unidos a través de un perro, como pasó en Truman (2015), de Cesc Gay, una de las películas hispano-argentinas más galardonadas con cinco Goya. En la cinta es posible ver a Ricardo Darín y Javier Cámara pasear frente a las características viviendas y canales del centro de la ciudad, rodeado de ese ambiente cosmopolita. También esas calles fueron testigo de los grandes planes que prepararon los ladrones de Ocean's Twelve (2004). La banda se apoderó de la ciudad y estuvo tramando sus golpes en lugares como Amsterdam Centraal, Pulitzer Amsterdam Hotel (donde se encuentran con el equipo de fútbol Arsenal), Staalstraat Bridge, el famosísimo Dampkring coffeeshop, Handboogstraat y Heiligeweg sreet. Todos dignos de recorrer en cualquier viaje.
Andorra: una tormenta de intriga y aventuras
La nieve nunca había tenido un trasfondo de tanto misterio como en la serie de televisión Félix (2018), de Movistar Plus. Una trama sobre el blanqueamiento de capitales, intrigas y hasta un toque de aventuras, que muestra diversas caras de Andorra, así como todo lo que representa en cuanto a naturaleza y urbanismo. Precisamente una de las caras que la serie destaca es la vida urbana y de sus pueblos. Cómo se vive, cómo es su arquitectura y lo que la gente representa. Félix refleja ese paraíso aún por descubrir que ofrece este pequeño Principado.
Granada: enclave de la última cruzada
Cualquiera que vaya a Granada quizás algunas zonas le puedan resultar familiares. Eso es porque seguramente son uno de los millones de fans de Indiana Jones y la última cruzada (1989). La Sierra de la Alfaguara y la estación de tren de Guadix fue uno de los lugares que Steven Spielberg escogió para su rodar esta icónica cinta de aventuras. Pero no como Granada, ya que el reconocido director decidió convertirla de un día para otro en la ciudad turca de Iskenderun.