
El vino en España cada vez se bebe menos. Aunque su calidad y notoriedad internacional crece con los años, los españoles lo estamos relegando a las celebraciones, ocasiones especiales o cenas importantes. En cambio, la barra de bar, la terraza de verano o el chiringuito de playa -e incluso los hogares- han sido colonizados por la cerveza. Así, el Informe del consumo de alimentación en España 2017 del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente revela que en España se consumieron 1.587,23 millones de litros de cerveza frente a los 484,72 millones de litros de vino. Una realidad que la Federación Española del Vino (FEV) trata de revertir a través de diferentes acciones que están dirigidas a un público objetivo de entre 28 y 45 años que conoce el producto pero que no lo consume de manera habitual. La joven alternativa del vino azul, iniciada por un grupo de emprendedores españoles en 2014, ha sido bien aceptada por ese tipo de público. Sin embargo, el sector vitivinícola nacional ha procurado que Gik Blue legalmente no sea catalogado como vino. En cambio, EEUU sí acepta esta denominación y por eso se ha posicionado como un mercado de gran interés.
Vino azul 'made in Spain'
El origen de Gik Blue se remonta al año 2014 cuando un grupo de jóvenes vinculados a la Universidad del País Vasco y a la empresa Azti Tecnalia se propusieron crear un nuevo tipo de vino más desenfadado. "Los jóvenes de ahora ya no han crecido vinculados a una tradición vinícola tan fuerte. Por eso, los consumidores están más abiertos a probar cosas nuevas, sin prejuicios, preocupándose solo de disfrutarlo", explica la compañía. El resultado fue un vino que destaca por "un sabor dulce, con un toque afrutado, que hace que sea fácil de beber y guste por igual a paladares expertos y a paladares no tan habituados", aseguran. Y por un color azul índigo que no es casual: "Es un tono que representa el movimiento, la innovación y el infinito".
Estas cualidades hacen de esta bebida una opción que sirve de alternativa para los consumidores de cerveza. "Tanto a nivel nacional como internacional, prácticamente competimos más con el sector de la cerveza que con otros vinos, no solo por nuestros clientes o por el momento de consumo, sino también porque el concepto que trabajan las marcas de cerveza es más similar al de nuestro producto", explican.
Los fundadores de Gik Blue se enorgullecen de ser "los primeros en crear el vino azul y lanzarlo a nivel internacional". Es una propuesta que, además de convencer a los consumidores que están más alejados del vino, está creando tendencia y cada vez son más las bodegas que apuestan por el azul. En concreto, destaca la bodega española Marqués de Alcántara, en Alicante, que tiene un amplio surtido de vinos azules, pero también de ginebras y espumosos.
Además de crear moda, la facturación de Gik Blue no ha dejado de crecer desde su lanzamiento. En 2016, alcanzaron 650.000 euros. En 2017, llegaron hasta los 980.000 euros. Y la previsiones para este 2018 es "cerrar el año con una facturación de 1,3 millones de euros", cuenta la compañía. El 80 por ciento de la facturación de Gik Blue es internacional. Este vino está presente en países como Alemania, Reino Unido, México, Japón y Francia.
¿Se puede llamar vino?
El objetivo de este grupo de veinteañeros siempre fue "agitar un poco las cosas y ver qué sucede. Revolucionar una industria muy tradicional e inmovilista", cuentan. Sin embargo, se topó con el clásico sector vitivinícola que trabajó para que esta propuesta no fuera considerada como vino. Así, y tras un proceso legal, Gik Blue está categorizado en la Unión Europea como otras bebidas alcohólicas pero en su etiqueta "se puede leer que la fórmula se compone de 99 por ciento vino y 1 por ciento mosto, lo que en cualquier caso es todo uva. No ha alterado ni su sabor ni su color", explica la compañía.
EEUU acepta el vino azul
El país norteamericano se han convertido en uno de los mercados más interesantes para los productores de vino azul. Así, tanto Gik Blue como Marqués de Alcántara están trabajando por crecer en este mercado. A juicio de la empresa vasca, estar en Estados Unidos es una estrategia muy interesante porque "en general es un mercado muy abierto a las innovaciones y quizá el hecho de no tener una tradición tan larga en el sector hace que sean también muy receptivos a nuevas corrientes en materia de vinos". Además, en este país norteamericano Gik Blue sí que ha sido catalogado como "un vino azul", explica la compañía.