
Como su propio nombre indica, el entrenamiento funcional es aquel que aporta beneficios notables para el día a día. Para practicar esta actividad deportiva es esencial recurrir a esa funcionalidad, con el firme objetivo de lograr que el cuerpo se adapte a cualquier situación.
El entrenamiento funcional existe desde hace décadas, ya que es un tipo de actividad muy socorrida en los gimnasios de rehabilitación. No obstante, con la aparición del Crossfit y las rutinas de alta intensidad ha ido alcanzando una mayor popularidad entre los deportistas actuales. Hoy en día es muy común que los gimnasios o box de Crossfit incluyan rutinas de entrenamiento funcional entre sus servicios.
Las claves del ejercicio
Una buena sesión de entrenamiento funcional requiere de una concentración máxima por parte del deportista. Es posible que el entrenador utilice complementos deportivos para sacar el máximo partido a la rutina, aunque el trabajo con el propio peso corporal es una de las principales claves de estos entrenos.
Actualmente las sesiones de entrenamiento de este tipo están orientadas a mejorar la coordinación, el equilibrio, el físico y hasta a nivel psicológico al deportista. Por ello, estas rutinas se adaptan a diferentes niveles, permitiendo que cualquier persona pueda poner en práctica la actividad.
El entrenamiento funcional se desarrolla de una forma muy completa, ya que es ideal para fortalecer la musculatura, así como para eliminar los depósitos de grasa que sobran. Además, favorece la salud y mejora la movilidad. Esto es así porque al trabajo de fuerza se suma una buena carga de actividad cardiovascular, que ayuda al deportista a quemar calorías de forma efectiva, incluso estando en reposo.
Una sesión completa de entrenamiento funcional debe incluir calentamiento, la rutina propiamente dicha y una vuelta a la calma pausada y fiable. Para calentar es posible hacer pequeños circuitos de ejercicios (dominadas, sentadillas, flexiones, etc.) acompañados de un aporte cardiovascular, como las carreras cortas.
Tras el calentamiento llega la rutina de entreno. Entre las herramientas más cotizadas para llevar a cabo el entrenamiento funcional están las cintas de TRX, que permiten trabajar con la propia fuerza corporal mediante el entrenamiento en suspensión. Las kettlebells o pesas rusas también forman parte de los complementos más socorridos en este tipo de rutinas deportivas. Lo mismo ocurre con las cuerdas, los balones medicinales, las combas o, incluso, los cajones.
La vuelta a la calma es esencial tras una rutina de este tipo de entrenamiento. Tras un buen circuito deportivo los estiramientos ayudarán al deportista a relajar todos los músculos del cuerpo y a retomar la actividad normal en cuanto a pulsaciones.