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Hygge, el secreto de la felicidad gratuita de ese país tan rico llamado Dinamarca

Seguro que ya ha llegado a su oído la palabra Hygge. Y si no, pronto lo hará. Y es que está de moda porque atesora, dicen, el secreto de la felicidad de los daneses, los ciudadanos de ese país tan rico llamado Dinamarca y que por tercera vez ha sido nombrado como el más feliz del mundo por el Informe 2016 sobre la Felicidad Mundial, que se realiza desde 2012.

Uno de los motivos por los que este vocablo está de moda en España es porque recientemente se han publicado dos libros al respecto: Hygge, la felicidad en las pequeñas cosas de Meik Viking, y Hygge, la receta de la felicidad de Marie Tourell Solderberg. Sin embargo, los daneses llevan aplicando esto del Hygge durante décadas, de hecho, este término aparece por primera vez en el 1800, según cuenta a Evasión Meik Viking, director general del El Instituto de Investigación de la felicidad, que informa sobre las causas y efectos de la felicidad humana, y autor de uno de los libros citados.

El propio Meik Viking asegura que es complicado encontrar una traducción exacta al español, por ello en su libro lo explica con un ejemplo donde cuenta una vivencia propia junto a unos amigos. Fue en una casa rural poco antes de Navidad: "Estábamos todos cansados y medio adormilados, sentados en semicírculo alrededor de la chimenea de la cabaña, vestidos con jerseys enormes y calcetines de lana. Los únicos sonidos que se oían eran el del estofado guisándose, el chisporroteo de la chimenea y alguien tomando unos sorbos de su vino caliente con especias". Esta bucólica escena descrita parece ser la esencia del hygge.

Para los de mente más racional, Viking dice que hygge es una palabra de origen noruego que se traduce como 'bienestar' y cuyos ingredientes principales son: la unión, la gratitud, la relajación y el disfrute de los placeres simples de la vida como es tomar una taza de cacao al calor de una chimenea. Es decir, una escena relativamente cotidiana en un día de invierno que puede transportarse a cualquier otro lugar del mundo.

Meik Viking explica que "las reacciones que recibe de los lectores de todo el mundo (el libro se está traduciendo a 26 idiomas) es que muchas personas sienten que llevan haciendo esto toda su vida pero que no sabían que había una palabra para ello, por lo que el libro les está ayudando a apreciarlo de otra manera".

Sin embargo, ¿el título del país más feliz del mundo no tiene nada que ver con que Dinamarca sea uno de los países más ricos del mundo? ¿La exitosa aplicación de la relajada filosofía del hygge no guarda relación con el hecho de que los hogares daneses son más ricos que nunca? ¿O con que Dinamarca sufre el curioso problema de que entra demasiado dinero en su economía? Es decir, ¿es el dinero quién da la felicidad o es el hygge?

El agregado de comunicación de la Embajada de Dinamarca en España, Mikkel Larsen, en una entrevista a Evasión sentencia que el hygge "no depende del nivel económico de un país, consiste en buscar esos momentos que todos necesitamos para relajarnos con amigos y familia". Por su parte, el director general del Instituto de Investigación de la felicidad también dice que para los daneses el "hygge no es dinero. El hygge debe ser barato y accesible para todos". De hecho, Meik Viking explica que si un danés entra en un restaurante que es demasiado caro es muy probable que diga: ¿no deberíamos encontrar un lugar que sea más hyggelig?

En este sentido, Mikkel Larsen va va más allá y asegura que España a pesar de estar sufriendo todavía las consecuencias de la crisis que empezó en 2008 es un país "casi campeón en hygge" gracias a la asentada costumbre nacional de juntarse con amigos y familiares en bares o terrazas. No obstante, y a pesar del halago, cabe decir que España en el Informe 2016 sobre la Felicidad Mundial ocupó el puesto número 37. En fin, ¿el dinero da la felicidad o hay que saber apreciar al máximo esos momentos que describe el hygge?

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