
Inspirado por Tesla, el empresario suizo de bicicletas Thomas Binggeli fundó Stromer en 2008 con el objetivo de ofrecer una solución a problemas como la congestión del tráfico, la salud y la sostenibilidad de las ciudades. El resultado en la serie de E-bikes Stromer ST, entre las que destaca el último modelo, Stromer ST 2 S.
Fue la publicación especializada BikeRadar quien firmó el apodo de la Tesla de las E-bikes y se atreve a anunciar que "realmente podría reemplazar un coche". Al igual que un coche Tesla, las bicicletas Stromer utilizan una batería de iones de litio de alta capacidad, y su interfaz digital también es similar.
Sin embargo, el elemento diferenciador se encuentra en su exclusivo motor 'Syno-Drive' y la batería más grande y potente del mercado de la e-bici, según asegura la propia compañía en su web. Una batería que pesa tan solo 4'8 kilos. La ST2 S permite una forma de conducción deportiva gracias a que el motor tiene 500W de potencia y alcanza velocidades de 45 kilómetros por hora. La batería de iones de litio, por su parte, garantiza una autonomía de 150 km.
El diseño de Stromer ST2 S sigue la regla del "menos es más". Por ello, todos los cables están dentro del marco. La compañía define el estilo de sus bicicletas como "elegante atractivo y que destaca donde quiera que vaya".
Estas cualidades hacen de esta y el resto de bicicletas E-bikes una alternativa real a otros vehículos como las scooters eléctricas o motocicletas, además hay que tener en cuenta que este tipo de bicicletas no requieren licencia de circulación.
Un estudio reciente de Navigant Research estima que para 2025 la industria de bicicletas electrónicas podría ver ingresos de 24.300 millones de dólares, frente a una estimación de 15.700 millones de dólares en 2016 .