Los cancilleres de la OTAN abrieron el jueves el examen de una nueva ampliación de su alianza, en principio a los Balcanes (Albania, Croacia y Macedonia) y luego a dos ex repúblicas soviéticas, Georgia y Ucrania.
Sólo Croacia y Albania precían tener asegurado pasar la prueba con éxito y sumarse con bastante rapidez a los 10 países del ex bloque del Este de Europa que ya se integraron a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en dos etapas, 1999 y 2004.
En cambio, la candidatura de Macedonia corre el riesgo de ser bloqueada por Grecia, recordó el ministro alemán de Relaciones Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, al llegar a la reunión en Bruselas, preparatoria de la cumbre de la OTAN del 2 al 4 de abril próximo en Bucarest.
Grecia exige un acuerdo definitivo sobre el nombre de su vecino, que en 1993 fue reconocido en la ONU como "Ex República Yugoslava de Macedonia" (FYROM, según las siglas en ingés), a raíz de la oposicion de Atenas a que se le atribuya el nombre de "Macedonia" a secas.
Grecia, cuyas provincias septentrionales se llaman Macedonia, estima que ese nombre es parte de su historia y teme reivindicaciones territoriales de su pequeño vecino de lengua eslava.
"No hay problema para los Balcanes, salvo con Grecia y Macedonia", indicó el ministro luxemburgués, Jean Asselborn.
Por motivos diferentes, las posibilidades de Ucrania y Georgia de ser invitados a presentar su candidatura de adhesión en la cumbre de Bucarest no parecían muy grandes el jueves.
"No oculto mi escepticismo", dijo el ministro alemán Steinmeier, al referirse a la pretensión de estos dos países de obtener el estatuto de candidato oficial a la adhesión a la OTAN, participando en un plan de acción especial.
La intención de Ucrania y Georgia de sumarse a la Alianza Atlántica irrita a Rusia, que ya amenazó el pasado 14 de febrero con apuntar sus misiles contra Kiev si la OTAN instalara allí alguna base.
La secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, optó por la prudencia y no dejó claro si apoyaba a Ucrania y Georgia.
"Está claro que voy a conversar mucho con mis homólogos sobre la cuestión", declaró Rice en el avión que la trasladó de Jerusalén a Bruselas.
El ministro luxemburgués Asselborn declaró que "la OTAN garantiza la paz, la estabilidad y el equilibrio", y agregó: "La ampliación es importante. Pero la noción de equilibrio también debe ser una prioridad".
Los ministros también tenían previsto examinar el "plan estratégico político-militar" para Afganistán, a ser adoptado en la cumbre de la OTAN en Bucarest.
Estados Unidos espera que sus aliados europeos, a partir de esta demostración de cohesión sobre la mayor operación de la historia de la OTAN, puedan justificar ante sus opiniones públicas el envío a Afganistán de los refuerzos reclamados por los jefes militares.
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