
Quien haya visitado alguna vez Hamburgo, la segunda ciudad más grande en población de Alemania, reconocerá en su planificación urbanística un amplio dominio de zonas verdes, jardines, parques, plazas... Pero ahora, su ayuntamiento se ha propuesto ir un paso más allá cerrando un plan para erradicar al cien por cien los coches de sus calles en 20 años.
En concreto, Hamburgo se dispone de dos núcleos de zonas verdes, una al norte y otra al sur, que, según se contempla en el citado plan esbozado por el Consistorio, se integrarán en una sola, con el fin de que todos los residentes en dicho espacio puedan desarrollar su vida diaria en un ambiente lo más natural y sostenible posible.
"Otras ciudades, como Londres, tienen anillos verdes, pero la red verde será única en la cobertura de un área que irá desde las afueras al centro de la ciudad. Dentro de 15 a 20 años, se podrá de explorar la ciudad exclusivamente a pie y en bicicleta", explicaba hace unos meses la portavoz de la ciudad Angelika Fritsch en declaraciones a The Guardian.
Tal es la respuesta que ya han empezado a ejecutar los dirigentes de Hamburgo al desafío que propone el cambio climático, frente al cual planean la construcción de nuevos espacios verdes capaces de absorber CO2 y contribuir en la regulación del clima de la ciudad y a prevenir y evitar inundaciones; la temperatura media ha subido allí 1,2ºC en los últimos 60 años, período durante el cual el nivel del mar ha crecido alrededor de 20 centímetros.
Hamburgo sigue así la tendencia iniciada por contados ejemplos de ciudades, como la de Copenhague, que ya han empezado a trazar un plan con el que cohesionar su estructura urbanística por medio exclusivamente de calles peatonales y carriles bici, haciendo de los contaminantes automóviles un medio de transporte prácticamente innecesario.