
El Gobierno está barajando la posibilidad de establecer para todos los vehículos un impuesto anual de 40 euros. Sería una adaptación en España de la conocida como euroviñeta ya presente en países del continente como Suiza o Bélgica. El Ministerio de Fomento asegura que es necesario un mayor volumen de ingresos para costear el mantenimiento de las carreteras y la construcción de nuevas vías, pero las cuentas del Estado revelan que la recaudación actual es más que suficiente.
Con este eventual impuesto de en torno a 40 euros por vehículo, el Ejecutivo espera ingresar del orden de hasta 1.750 millones de euros extra. Pero, ¿son necesarios?
Para hacer el balance fiscal que deja el sector del automóvil es necesario, en primer lugar, atender al apartado del haber de las arcas del Estado. Según datos de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), en 2011, la Administración recaudó más de 24.500 millones de euros, la mayor parte de ellos en forma de impuestos al automóvil:
- Tasas por consumo de carburante (impuesto especial sobre hidrocarburos): 18.324 millones de euros
- Impuestos sobre la compra de automóviles: 2.489 millones
- Impuestos sobre la transferencia de vehículos usados y cambios de titularidad: 328,7 millones
- Impuesto de circulación (corporaciones locales) y derivados: 2.872,1 millones
- Tasas de matriculación (CC.AA.): 74,2 millones
- Ingresos por multas: 432 millones el pasado curso.
Pero, ¿qué hay de los gastos? Para poder tener una idea aproximada del balance final, valga lo recogido en la partida de carreteras por el proyecto de Presupuestos elaborado por el Ministerio de Fomento, el año pasado, de cara al presente ejercicio:
- Construcción de infraestructuras, por valor de 1.268 millones de euros.
- Conservación, a cuya partida se destinan 873 millones.
- Expropiaciones, para lo cual se estipula un gasto de 600 millones de euros.
- Concesiones y convenios con otras administraciones, con un gasto de 419 millones.
- Seguridad vial, cuya inversión saldrá del presupuesto de 831,30 millones que el Gobierno asignó a la Dirección General de Tráfico (DGT) en los Presupuestos de 2012.
De este modo, restando a los ingresos obtenidos en 2011 (unos 24.521 millones) el gasto que supone la inversión en los conceptos viales antes señalados para el presente ejercicio (3.991,3 millones), resulta que el Estado obtiene un superávit de 20.529,7 millones.