
La Fundación nació con 66.000 euros de patrimonio y ahora maneja 20 millones
La Fundación Príncipe de Asturias entrega hoy, por vigésimo sexta vez, sus cada vez más internacionales premios. Tras 25 años y 200 premiados, la Fundación que los concede ha ido creciendo junto con los galardones y ha conseguido ser un referente mundial de independencia. Además de un modelo de negocio redondo.
La Fundación se constituyó en septiembre de 1980, con un patrimonio de apenas 66.000 euros y un año después entregaba los primeros premios.
Desde entonces hasta ahora, el apoyo de la Casa Real, con la presencia de los Reyes y del Príncipe de Asturias en el teatro Campoamor de Oviedo -donde se celebra la ceremonia de entrega de los galardones- ha sido una de las bazas más importantes para llegar al 25 cumpleaños y contar ahora con un patrimonio estimado en alrededor de 20 millones de euros.
La concesión de premios a personajes de renombre como Woody Allen, Fernando Alonso, Arthur Miller, Nelson Mandela, Steffi Graf o Pedro Almodóvar -que en esta edición recibe el premio de las Artes- ha conseguido que se involucren en la participación activa no sólo el Ayuntamiento de Oviedo, capital del Principado y sede de la Fundación, sino los otros grandes municipios asturianos: Gijón y Avilés.
Evolución imparable
En los últimos años, los actos en los que participan los premiados se han incrementado en el tiempo y en el espacio. De celebrarse en una sola noche y en una ciudad, ahora son varios los días festivos y se involucra a todo el Principado.
Como decíamos, la Fundación nació con un patrimonio de poco más de 66.000 euros. Fue posible por la iniciativa del periodista asturiano Graciano García, actual director de la entidad; y de su primer presidente, el financiero y filántropo también asturiano, Pedro Masaveu, que permaneció al frente de la Fundación hasta 1987. Ese año le sustituyó el también empresario de origen asturiano, Plácido Arango, que dejó el cargo en 1996, pero sigue siendo uno de los 28 patronos.
En aquel año, el patrimonio de la Fundación ya era de 15 millones de euros. El actual presidente, José Ramón Álvarez Rendueles, presidente a su vez de Aceralia y vicepresidente de Arcelor, ha engordado el patrimonio de la fundación en otros cinco millones de euros.
El presupuesto que dedica a los premios es difícil de cuantificar. Reparte un total de 400.000 euros entre los ocho premiados, pero llegar a conocer el total de los gastos de la organización de los actos y recepciones que hay alrededor de los premios es una tarea casi imposible.
Sus patronos, entre los que se encuentran la flor y nata del mundo de las finanzas y las empresas españolas, y, sobre todo asturianas, se encargan de aportar el capital necesario para que los Premios Príncipe de Asturias se hayan convertido en uno de los más importantes del mundo.
El Ayuntamiento de Oviedo, ciudad en la que se entregan los galardones, también financia parte del entramado de los actos oficiales.
"Los premios se conceden para promocionar Oviedo en el mundo, ya que la gala se retransmite por televisión", dicen algunas malas lenguas en Asturias, que consideran que sólo la capital saca jugo al prestigio del certamen. Que es como decir que sólo ella saca partido al negocio que late de fondo.