El Ministerio de Fomento lo tiene muy claro: liberalizará en primer lugar las rutas del AVE en Levante para intentar captar 7 millones de clientes que ahora mismo utilizan el coche. La cartera dirigida por Ana Pastor cree que la alta velocidad entre Madrid y Valencia y entre Madrid y Alicante es el perfil que más encajaría con los operadores privados para que puedan rentabilizar su inversión captando el mayor número de pasajeros posible.
Según datos estratégicos que maneja el Ministerio durante este proceso de liberalización del ferrocarril, y a los que ha tenido acceso este periódico, el corredor que une la capital de España con la del Turia registra todos los años 4,2 millones de viajeros que emplean el coche.
A esa cantidad habría que sumar los 2,5 millones que se registran en el itinerario hacia Alicante. Estas cifras contrastan con el corredor entre Madrid y Barcelona, que ya está bastante trabajado y que sólo contabiliza al año 1 millón de pasajeros que utilizan el turismo particular: muy poco margen para captar más clientela de la que ya utiliza con frecuencia la ruta.
Pese a esta saturación, algunos operadores privados se han quejado de que se elija la opción del Levante. Pero es que las cifras que lo justifican van más allá, ya que a los posibles clientes potenciales que provienen del coche hay que sumar el nivel de ocupación de la vía.
Saturación de la vía
Aquí los datos que baraja Fomento también son claros: mientras que los surcos ferroviarios (derechos de uso) de las dos grandes rutas del Levante no superan en ninguno de los casos el 30 por ciento de la ocupación total, en el AVE Madrid-Barcelona se mueve entre el 70 y el 75 por ciento de la capacidad.
"Existen zonas como Tarragona en las que esta saturación de paso de trenes alcanza el 90%", añaden fuentes solventes del Ministerio. No hay que olvidar que, además de la ruta en sí, también soporta otros itinerarios como el Barcelona-Málaga, el Barcelona-Sevilla y el servicio internacional entre París y la Ciudad Condal, que se inauguró a finales del pasado ejercicio.
Además, desde la cartera dirigida por Ana Pastor también se considera que el perfil de clientela que va a la costa levantina, sobre todo en la temporada alta, es más fácil de captar por un operador privado que por Renfe. Aunque el grupo público realiza un gran esfuerzo con una agresiva campaña de descuentos en los billetes, el perfil de su pasajero es el de un cliente mucho más fidelizado durante el año.
Los privados se preparan
En espera de que se dé el pistoletazo de salida al proceso antes de que finalice el primer semestre del año, los operadores privados toman posiciones. Uno de ellos explica a este periódico que prevén que una vez que el Ministerio de Fomento marque las pautas del proceso de liberalización, los grandes grupos públicos ferroviarios de Alemania y Francia (la DB y la SNCF) "harán una ronda de reuniones con los diferentes candidatos para estudiar si se unen a ellos en la oferta o no".
En principio, la SNCF parece ser el operador europeo más interesado en el proceso, una vez que ya está explotando sus trenes en territorio nacional gracias al acuerdo que firmó con Renfe Operadora para cubrir la línea Barcelona-París. En el caso del gigante ferroviario alemán (Deutsche Bahn), en principio su interés es por las mercancías, pero tampoco se descarta que llegara a un acuerdo para presentarse al proceso si le salen los números. No obstante, la principal prioridad en estos momentos de la DB es entrar en la filial de carga de Renfe una vez que Ana Pastor anunciara que la subsidiaria busca un socio industrial que entre en su capital.
Aunque un portavoz oficial de Fomento no hace comentarios a este periódico respecto a si la liberalización comienza por el Levante ni cuántos operadores privados se necesitarán, la pretensión del Ministerio es elegir a un sólo grupo para que el ganador "pueda rentabilizar su inversión". Los expertos que llevan este proceso consideran que si se introduce más de un operador puede uno de ellos no logre alcanzar números negros y tenga que retirarse de la adjudicación.
En el caso de Italia, por ejemplo, la experiencia se ha realizado con un solo operador privado y tras la entrada de NTV se han demostrado varios efectos. Por un lado, el billete se ha llegado a abaratar un 30%. Por otro, se ha estimulado la llegada al AVE de 7 millones de pasajeros más y el operador público, en este caso Trenitalia, no ha perdido clientes.
Los expertos creen que en España no habrá tanto recorrido para que se abaraten los billetes, ya que la política de descuentos tarifarios que puso en marcha Renfe Operadora hace un año, no da tanto margen. No obstante, el Levante sería la zona de España donde se podría jugar más con esas promociones.