
La Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) descarta que España pueda reducir este año el déficit al 6,5% que exige Bruselas, desde el 7,1% al que cerró en 2012, si el Gobierno revaloriza las pensiones y abona la paga extra a los funcionarios. Fue una de las principales ideas que destacaron ayer los economistas de la fundación a partir del índice económico que elabora Fedea. De su análisis se extrae que nuestro país no podrá salir de la crisis sin acometer las reformas pendientes y profundizar en otras ya aprobadas, como la del mercado de trabajo.
El investigador de Fedea y catedrático de la Universidad de Duke (EEUU), Juan Rubio, incidió en que si no se soluciona el problema del déficit será imposible alcanzar la recuperación. De hecho, considera que las cuentas de las administraciones "han sido una losa" desde el año 2009.
Rubio recordó que hasta mayo ese desequilibrio se sitúa ya en el 3,16% (apenas cinco décimas por debajo de como cerró en el mismo mes del año pasado). Así, para terminar 2013 con un agujero del 6,5%, el segundo semestre de este año debería ser igual de bueno que el del ejercicio previo. Esto sólo podría lograrse si, como entonces, no se revalorizan las pensiones y se elimina la paga de Navidad a los funcionarios (teniendo en cuenta, además, que en la segunda mitad de 2012 el Ejecutivo aumentó los ingresos a través de la subida del IVA).
En todo caso, Rubio hizo hincapié en que el problema del déficit en nuestro país no está tanto en los pagos, como en los ingresos. Tanto es así que, a su juicio, España no puede reducir más el gasto si quiere mantener su estado de bienestar al mismo nivel que el resto de países europeos, aunque sí debería evitar las ineficiencias. La conclusión de todo ello es que será más difícil recuperar un crecimiento sostenido sin una reforma fiscal suficientemente ambiciosa.
Reforma fiscal
Los expertos de Fedea apuestan, en concreto, por un modelo con tipos más bajos donde las deducciones se eliminen o se reduzcan todo lo posible. El objetivo debe ser cambiar radicalmente la forma de recaudar los impuestos, pero también, "la forma de repartirlos" y es ahí donde los economistas de Fedea incluyen, entre las medidas prioritarias, la reforma de la financiación autonómica, que el ministro Cristóbal Montoro pretende acometer una vez se haya aprobado la reforma tributaria.
Más medidas laborales
En Fedea entienden que a estas dos vías de actuación deberán sumarse una reforma del sistema de pensiones en la línea de lo recomendado por el comité de sabios al Gobierno y una nueva vuelta de tuerca a la reforma laboral, que se ha quedado "un poco corta", pese a que sí está dando frutos.
El director ejecutivo de la fundación, Michele Boldrin, se decantó por la fórmula del contrato único, una de las peticiones iniciales de la CEOE al Ejecutivo. Boldrin explicó que los sueldos y la productividad deben crecer al mismo ritmo y recomendó reducir el gasto en prestaciones por desempleo. Boldrin aseguró que estas prestaciones "son ultragenerosas" (apuntó que España gasta en ellas el 3% de su PIB), que su duración es excesiva y que, al mismo tiempo, carecen de canales de formación y de vuelta al empleo.
Evitar la autocomplacencia
Por todo ello, en Fedea temen que el Gobierno pueda caer en una cierta autocomplacencia e inciden en que salir de la recesión no es lo mismo que salir de la crisis. Para volver a crecer a tasas del 2% y reducir el paro en 150.000 personas al año, Boldrín ve necesarias más inversiones y que fluya el crédito. A su vez, lo segundo no sucederá si las perspectivas económicas no mejoran y si no se implementan las reformas necesarias.
Más aún, Juan Rubio considera difícil que vayan a apreciarse "brotes verdes" reales (aquellos que garanticen de verdad ese crecimiento sostenido) si no se generan las condiciones necesarias para ello.