
Dicen los que le conocen al nuevo gobernador del Banco de España que es "un técnico de la casa". Con un marcado perfil internacional pero casi siempre en la sombra, se reconoce que tiene muchos amigos en el Partido Popular y a nadie se le escapa desde que su nombre salió a escena -cuando el Gobierno lo nombró consejero el pasado mes de mayo- que es una persona muy cercana al ministro de Economía, Luis de Guindos. Era su apuesta personal, su candidato. Sin embargo, sus propios amigos admiten que, pese a sus simpatías políticas, Linde es un hombre independiente, que "no se casa con nadie" porque, por encima de todo, está toda una extensa trayectoria que le avala. Los grandes retos del nuevo gobernador del Banco de España.
Nació en Madrid en 1945 y su edad (tiene 67 años) se veía como el principal problema para ganar una quiniela en la que había varios aspirantes, ya que los gobernadores tienen que dejar su cargo al cumplir los 70. Ahora bien, algunos ya leen lo que era un hándicap como una jugada política del PP para asegurarse el cargo del máximo dirigente del organismo supervisor más allá de 2015, siempre que no se adelanten las elecciones.
"Más historiador que economista"
"Es más historiador que economista". Así le describen en su entorno. Como buen historiador, al que define su memoria prodigiosa, ha escrito Don Pedro Girón, duque de Osuna. La hegemonía española en Europa a comienzos del siglo XVII.
Pero si por algo destaca es por su amplio currículo económico. Guindos insistió ayer mismo en "su dilatada experiencia de servicio público" y puso el acento en que tiene "una fuerte atención internacional", el frente que, sin ninguna duda, será capital en su mandato. Es licenciado en Ciencias Económicas y técnico comercial y economista del Estado desde 1969. Es bilingüe en francés -su mujer Elena, con la que tiene dos hijos, Elena y Jerónimo, nació en Francia- y habla perfectamente inglés, además de algo de ruso, donde estuvo destinado a principios de los setenta. Entonces, fue jefe de la Oficina de la Balanza de Pagos y jefe de la Oficina Comercial de España en Moscú del Ministerio de Comercio.
En 1987, entró en el Banco de España que ahora dirigirá como jefe de la Oficina de Operaciones Exteriores en el departamento extranjero del organismo y permaneció en el puesto hasta el año 2000. Entonces, gestionó en primera persona, entre otras cosas, la política de tipo de cambio y el mercado de divisas.
Además, durante seis años fue representante del Banco de España en el Comité de Alternos de gobernadores de bancos centrales de países miembros de la comunidad europea y, de hecho, participó como suplente del gobernador en las negociaciones para la adhesión de España al sistema monetario europeo. Su trayectoria también recoge la preparación de los tratados que llevaron a la constitución de la Unión Monetaria Europea.
En su carrera internacional, también tiene experiencia en el FMI y en el BCE, los que serán sus principales interlocutores. Fue alterno del gobernador ante el FMI y el Banco Internacional de Pagos de Basilea (BIS). Su entorno destaca que se conoce Basilea "como la palma de su mano". En el otro gran frente, el del BCE, ejerció entre 1998 y 2000 de representante del regulador español en el Comité de Asuntos Internacionales.
"El hombre que sujetaba la peseta"
Linde, al que un amigo personal le define como "el hombre que sujetaba la peseta", tendrá que afrontar ahora el momento financiero más complicado de España desde que entró en el euro. Tuteló la cotización de la peseta y, ahora, tendrá que hacer fuerza por la moneda única.
Ha publicado además multitud de artículos. En uno de ellos, en elEconomista, aseguraba allá por el 3 de mayo de 2010 -días antes de que España estuviera por primera vez al borde del rescate- que la política monetaria del euro sería "la misma con presencia griega en el Consejo del BCE o sin ella". "Lo mismo puede decirse de otros países...", aseguraba entonces. Ahora, tiene por delante la ardua tarea de que España no caiga, dos años después, en el mismo saco.