
Suma y sigue: jornada negrísima para Zapatero y para España. Mientras el presidente del Gobierno español 'oraba' en Washington y citaba el Deuteronomio en presencia de Obama, el Apocalipsis se destaba en el parqué madrileño: el selectivo Ibex cedía casi un 6% por las dudas de los inversores ante la salud de las cuentas estatales españolas. Más de tres horas después del cierre de sesión en Madrid, nadie en el Gobierno se había pronunciado al respecto. Los grandes periodistas que mueven opinión en España, tampoco: todos estaban 'rezando' juntos, y aparentemente en silencio, en EEUU.
El otro 'gran atacado' la jornada de hoy, Portugal, con caídas algo menores sólo que España en su parqué, sí que se preocupó por salir al paso: el gobierno portugués ha hablado alto y claro y calificó de "animal" e "irracional" la reacción de los mercados, primero contra Grecia y ahora contra su país, y destacó que la situación de Portugal es "muy diferente" y que además se han adoptado los "compromisos" necesarios sobre las cuentas públicas.
Mientras tanto, en EEUU, Zapatero 'luchaba' por encontrar esos minutos de cortesía del presidente de EEUU. La conjunción planetaria fue breve -no privada- y nada fructifera: para ese viaje -transoceánico, absurdo y gratuito- no hacían falta alforjas.
Así, por el momento en España sólo contamos con unas breves palabras de nuestro presidente sobre la economía. Durante un almuerzo-coloquio en la Cámara de Comercio de EEUU, Zapatero ha hablado de una "España solvente" y ha instado a los inversores a que "confién en nuestro páis y a que vean nuestro Gobierno como facilitador de la economía eficiente".
Una semana en el infierno
Lo que sí que queda claro después de una jornada bursátil de castigo brutal para nuestros grandes bancos y de que España siga ocupando todas las portadas de los medios de referencia por obra y gracia del descrédito orquestado por Economía esta semana con sus 'globos sondas' sobre la reforma de las pensiones y su incapacidad para movilizar una reforma laboral que satisfaga a todas las partes es que por mucho .
Mientras los grandes medios callan y nadie pide ninguna declaración pública, los que no están 'orando' en EEUU -recordemos que los grandes líderes del periodismo de masas de España ahora mismo están de viaje junto a Zapatero: los consejeros delegados de Prisa, Juan Luis Cebrián; La Sexta, José Miguel Contreras, Pedro J.Ramírez... - asisten con pasmo al silencio de un Gobierno que ni siquiera considera relevante comentar en qué posición quedamos tras un día como el de hoy: aparentemente parece la misma, pero realmente no lo es.
¿Y Salgado?
Alguien debería decir algo: aunque sólo sea por que siempre parece que quien calla otorga. ¿Acaso Salgado no debe hablar aunque sea para defender la coherencia de su propios planes de recorte del déficit y los famosos y débiles 'brotes verdes' prometidos? ¿es que nadie de aquí va a decir nada en favor de la salud de nuestras finanzas públicas o tendrá otra vez que hablar Juncker otra vez? -ya lo hizo hace unas horas.
Aunque los rumores falsos no hay que tomarse la molestia en desmentirlos, lo cierto es que todo lo que ayude y apoye nuestra posición de credibilidad ante los mercados no es baladí.
Recordemos: la mujer del César no sólo ha de ser decente, también tiene que parecerlo. Salgado y Zapatero pueden tener un plan, pero si no son capaces de sostenerlo y apoyarlo ante propios extraños y todo tipo de vaivenes, corre el riesgo de no parecer creíble para ellos mismos. Y ese riesgo, como se ha demostrado hoy, puede suponer un claro peligro a la larga.