Muchos ríos de tinta han corrido estos últimos días sobre la utilización del avión Falcon 900 por parte del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Las dudas sobre quién, cómo, cuándo y para qué se pueden solicitar estos aparatos han sucumbido en plena campaña electoral para las Elecciones Europeas.
Y es que durante los años de democracia las historias sobre la mala utilización de estos aviones han estado al orden del día. Incluso se habla de leyendas urbanas en las que algún que otro ministro del que, por supuesto, no se dice el nombre, se llevaba las botellas de whisky, cuando aterrizaba el Falcon 900, al Ministerio de Defensa ?abochornado? y no le quedaba más remedio que facturar la bebida. "No todos los ministros eran así", recuerda un testigo directo. "Había uno que tenía el cariñoso detalle de llevar una bandeja de pasteles al personal de mantenimiento de estos aviones vip".
Obama y el Air Force One
En España estos aviones siempre alimentan la polémica, sin embargo a nadie le extraña ver aterrizar al presidente de Estados Unidos, Barack Obama con su flamante Air Force One en un país europeo o al Papa haciendo lo propio, gracias a la gentileza de Alitalia, en un país a donde va a peregrinar.
Y es que las naciones más potentes del mundo cuentan con aeronaves exclusivas para el transporte de Jefes de Estado, presidentes del Gobierno y altos cargos. Eneste terreno, España no es una excepción. Un piloto retirado del Grupo 45 del ejército del aire, la unidad destinada a gestionar los aviones de autoridades, explica a elEconomista los procedimientos.
Cinco Falcon y cien personas
"Cuando un Ministerio necesita uno de nuestros aviones, se lo comunica a Presidencia. Moncloa a su vez, hace la petición al Estado Mayor, quien se dirige al Grupo 45 para solicitar el aparato", explica. En la actualidad, esta unidad de élite que cuenta con 100 personas entre pilotos y personal de mantenimiento y de tierra, opera cinco Falcon 900, fabricados por el constructor francés Dassault, y dos Airbus A310, del fabricante europeo.
Normalmente los A310 se usan para vuelos transcontinentales, dejando los traslados más cortos a los Falcon 900. No obstante, estos jets cuentan con una autonomía suficiente para realizar sin problemas un viaje, por ejemplo, entre París y Miami.
La unidad Grupo 45 tiene su base en Torrejón y recibió el primer Falcon 900 en 1988. Los dos A310 fueron adquiridos posteriormente a Air France y sus costes de mantenimiento y utilización son similares a los de cualquier otro avión, con la única diferencia que el coste de personal es más barato porque los pilotos son militares y realizan el mismo trabajo que un comandante comercial por el sueldo, mucho más modesto, que marcan las Fuerzas Armadas. Pero el resto de costes es el mismo.
Preferencia en los aterrizajes
Pagan las mismas tasas aeroportuarias, los mismos impuestos... Bueno, alguna ventaja sí que tienen. Al ser aviones vip suelen aterrizar en aeropuertos militares o civiles y evitan las aglomeraciones. Aún así, cuando van a un aeródromo en el que hay demasiada densidad de tráfico, "tienen preferencia en los aterrizajes y en los despegues, y siempre que no haya causas mayores, los controladores suelen ponerlos los primeros de la lista", explica el piloto retirado.
El coste de una hora de vuelo de estos aviones oscila entre los 6.000 y los 7.000 euros. Un precio bastante asequible si se tiene en cuenta que alquilar, por un millonario excéntrico de manera privada, un Falcon 900 durante un sólo día supone un desembolso de entre250.000 a 350.000 euros.
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