España

Google y la Guardia Civil se alían contra la corrupción

Google Maps, GolzOOm, Sistemas de Información Geográfica (SIG) para la agricultura y el medio ambiente, ortofotos, vuelos a baja altura, cartografía computerizada, fotos digitales y, sobre todo, más colaboración ciudadana anónima.Son las herramientas que usan a diario los equipos de delincuencia urbanística (EDU) de la Guardia Civil.

De todas ellas su preferida es GoolzOOm, programa de libre acceso con tecnología de Google diseñada por el blogger Jesús Barrio, ingeniero Informático por la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid e ingeniero del Software por la Blekinge Institute of Technology, de Suecia, que fusiona Google Maps con el Catastro Español, el Sistema de Información Geográfica para la Política Agraria Comunitaria (SigPAC), como otros mapas de carácter público, "con el ánimo unificar y simplificar el acceso a la información territorial".

En Andalucía hay nueve EDU y elEconomista ha compartido una jornada de trabajo con uno de los equipos, el de Cádiz. Los tres guardias civiles comenzaron a trabajar el 12 marzo de 2007, fecha en la que se crearon los EDU en toda España, uno por cada comandancia de la Benemérita.

Osadía e impunidad

José, Manolo y Agustín, de 46, 36 y 27 años de edad no van de uniforme, y aunque la mayor parte de su trabajo lo hacen en la oficina, bajan al terreno donde no dejan de sorprenderse por "la osadía" de muchos ciudadanos.

"Desde que comenzamos no hemos parado de trabajar, once operaciones de distinto calibre, con 38 detenidos y 48 imputados en la provincia de Cádiz, y las que están en marcha", dice uno de ellos, a quien su formación (es licenciado en Derecho y procede del Servicio de Protección de la Naturaleza, Seprona) le viene de perlas.

"Las nuevas herramientas están acabando con la impunidad", dice otro, para quien las nuevas tecnologías son ahora "el mejor aliado" de la Guardia Civil, "además de muchos ciudadanos" que, sin miedo, les informan y facilitan pistas que les permiten abrir líneas de investigación. "Hombre, deducimos que debe haber algún resentido con otros, que no ha conseguido lo que esperaba y les denuncia por ello".

En Cádiz, la corrupción urbanística se da en muchos municipios: Arcos de la Frontera, Cádiz, Chiclana de la Frontera, Conil, El Puerto, Jerez, Prado del Rey, Puerto Real, Puerto Serrano y Rota. Los trámites deben respetar los plazos legales, "por lo que no desconectamos, aunque hacemos lo posible por conciliar la vida profesional y la familiar".

El caso de Chiclana destaca

Destaca por dos circunstancias. La primera el elevado número de edificaciones sin licencia, más de 30.000, un excelente campo de trabajo. Y la segunda porque en una de las operaciones, bautizada como Obra Nueva, se han descubierto al menos dos tramas perfectamente organizadas, que vienen funcionado desde hace varios años y en las que aparecen implicados tasadores, arquitectos, técnicos municipales, funcionarios, financieros y agencias inmobiliarias.

El modus operandi descubierto por los agentes del EDU les ha dejado perplejos "por la impunidad con la que actúan" y "la connivencia" de tantas personas en un ilícito sin que nadie, curiosamente, hubiera denunciado nada hasta ahora.

"No sólo se trata de irregularidades urbanísticas, sino que nos encontramos con delitos de falsedad documental, estafa, contra la ordenación del territorio, del medio ambiente, cohecho y prevaricación, de todo. Y organizados".

Sus "fuentes" de información van desde ecologistas, a asociaciones vecinales, la oposición de los municipios y la propia fiscalía de la Audiencia Provincial. "Nuestra acogida por parte de los jueces ha sido magnífica", dicen.

¿Cómo funcionan las tramas?

Los agentes explican un caso tipo. Un promotor se entera de que una finca de 5.000 metros está en venta por unos 150.000 euros. Contacta con un técnico o aparejador al que paga una media de 3.000 a 5.000 euros por un falso certificado para acreditar la antigüedad de la parcela, "que será siempre superior a los cuatro años porque es el período de prescripción de las infracciones graves en materia urbanística".

El notario aprueba la inscripción registral y "se certifica que existe una construcción de 700 metros cuadrados, con visado del Colegio de Arquitectos. Luego, usando testaferros y poderes, se acude al notario para obtener la declaración de obra nueva y la elevación a escritura pública tras la división horizontal.

El edificio queda dividido en cinco departamentos de cien metros cada uno". Lo que luego se venden son parcelas de 1.000 metros "donde cada uno construye lo que le da la gana". Pero no se puede mentir a un satélite que, cada año, fotografía la misma zona.

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