La sanidad pública española necesita entrar urgentemente en la Unidad de Cuidados Intensivos. O eso, al menos, es lo que reflejan los datos. Mientras las listas de espera crecen por primera vez desde el año 2004, -hay 365.000 personas pendientes todavía más de 70 días para poder entrar en quirófano-, la Organización Médica Colegial (OMC) denuncia que la transferencia de las competencias a las comunidades autónomas ha provocado un colapso en el sistema sanitario.
Uno de los pricnipales problemas es se impide la movilidad geográfica entre los facultativos españoles y genera fuertes desequilibrios ante la falta de profesionales cualificados. "Es más fácil que un médico venezolano o colombiano venga a Madrid que uno de lo capital se marche a trabajar a Toledo o a Ciudad Real", asegura Juan José Rodríguez Sendín, secretario general de la OMC. Para el colectivo médico, el problema se agrava además porque España se está convirtiendo en un coladero de facultativos extranjeros que entran sin haber acreditado convenientemente sus títulos, o lo que es peor, incluso habiéndolos falsificado.
Mala gestión
"El problema no es que falten médicos y que haya que ir a buscarlos al extranjero, sino una mala gestión de los recursos humanos. Hay autonomías que necesitan especialistas que sobran en otra, pero el intercambio entre ellas es prácticamente imposible", insiste Rodríguez Sendín.
Creación de nuevas facultades de medicina, ampliación del número de plazas MIR… cada comunidad autónoma plantea una solución diferente para calmar las turbulentas aguas en las que se mueve la sanidad española. Y sin embargo, según la OMC, el problema no hace más que agravarse. Pese a que España tiene un número de facultativos muy superior a la media europea en relación con su población -hay 451 médicos por cada 100.000 habitantes-, faltarían urgentemente 3.000 especialistas.
Grandes diferencias salariales
Al margen de que haya autonomías, como el País Vasco, donde sea más importante hablar euskera que la experiencia profesional, las causas del desajuste entre las autonomías radica, entre otras cosas, en las grandes diferencias salariales existentes y la falta de reconocimiento de la labor realizada en otro lugar. "Si un médico decide marcharse de Madrid a Castilla-La Mancha no va a recibir el mismo salario, no le van a guardar la plaza en caso de querer volver a la capital y, además, no se le va a reconocer el trabajo que haya realizado en otra comunidad autónoma", dice Sendín.
Ante esta situación, es muy complicado, en opinión de la Organización Médica Colegial, que nadie quiera trasladarse a otra comunidad, aunque haya una oferta mayor en su especialidad. Ése es el motivo por el que, por ejemplo, en Asturias sobran pediatras mientras que en Madrid faltan o que en La Rioja sobren ginecólogos y en Canarias apenas existan. Y todo ello sin contar las zonas rurales, donde los problemas de este tipo se multiplican.
Falta de control
Según un estudio elaborado por Beatriz González López-Valcárcel y Patricia Barber, especialistas en Economía de la Salud, en la actualidad son necesarios más de 1.700 médicos de familia, más de 400 pediatras, más de 200 anestesistas, 200 cirujanos generales y 150 radiólogos. Pero el problema no es la escasez de profesionales, sino el reparto de los mismos y, sobre todo, la falta de control sobre las necesidades existentes.
En 2006 estaban registrados en España 107.992 médicos, pero, según la OMC, es imposible calcular si están todos trabajando, si lo hacen en el sector público, en el privado o en los dos o la vez. El sistema de formación MIR (Médico Interno Residente) plantea además numerosas dudas entre los candidatos que optan a un puesto médico por las fuertes diferencias entre las distintas especialidades.
Las especialidades más demandadas
El futuro médico tiene en cuenta las expectativas salariales, el prestigio de la especialidad elegida, la posibilidad de permanecer en la localidad de residencia, la comodidad del ejercicio profesional o las guardias. Según los datos de la Organización Médica Colegial, las especialidades más demandadas son dermatología médicoquirúrgica, cirugía plástica y pediátrica, cardiología, endocrinología, neurocirugía y oftalmología.
Y de de todas ellas, tan sólo cuatro son necesarias en tres comunidades: oftalmólogos en Canarias; neurocirujanos y cirujanos maxilofaciales en La Rioja y pediatras en Madrid. El resto de especialistas tendrán problemas en encontrar trabajo y puede que acaben, como lo hacen muchos, según la OMC, de camareros, mensajeros, empresarios…
Recuperar a médicos perdidos
Sendín cree que antes de aumentar las plazas universitarias, la administración se debería plantear recuperar a aquellos médicos que han realizado la carrera, el MIR y la residencia y que finalmente han acabado dedicándose a cualquier otro trabajo. "Son muchos años de estudio y aunque algunos no quieran ejercer la medicina muchos otros no tuvieron la oportunidad y acabaron en cualquier otra profesión, pero tienen los conocimientos y la esperanza de ejercerla".
Por este motivo el secretario general de la Organización Médica Colegial destacó en el último Foro Iberoamericano de Entidades Médicas que España es el cuarto país de la OCDE con mayor número de médicos por 1.000 habitantes y aun así se sigue hablando de falta de médicos. "Es algo que obedece a las enormes desigualdades en recursos humanos. Algo no funciona a nivel de planificación cuando esas diferencias se dan en cualquier especialidad y en cualquier hospital, incluso dentro de una misma comunidad autónoma".
La pelota ha quedado ahora en manos de la Administración y especialmente del Ministerio de Sanidad. El titular de la cartera, Bernat Soria, tiene el compromiso de crear un registro de profesionales del Sistema Nacional de Salud y poder conocer así las necesidades reales para ajustar la oferta docente anual a la demanda, al margen de incrementar la acreditación de las especialidades más demandadas hasta 2010 y mejorar los procesos de incorporación de los profesionales extranjeros para que exista un control mayor en la homologación de sus títulos.
Críticas al colectivo médico
Pero los médicos no lo van a tener nada fácil. En los últimos años, el Ministerio de Sanidad no sólo se ha empeñado en negar sistemáticamente que hubiera ningún tipo de problema o irregularidad en la contratación de inmigrantes, sino que ahora incluso una fundación ligada al PSOE, Alternativas, ha lanzado un ataque sin precedentes contra el colectivo elaborando un informe muy crítico con los colegios médicos y dudando incluso de su profesionalidad.
Tal y como adelantó elEconomista el pasado día 2 de mayo, en este informe se llega a asegurar que "el valor social de la actual organización corporativa colegial de la profesión médica es nulo. Su política [en situaciones de crisis] es la del avestruz, esconder la cabeza en lugar de opinar con autoridad intelectual y moral, proponiendo soluciones a los problemas". Pero, por si eso no fuera suficiente, se llega a decir, además, que asegura ahora que algunos de los altos cargos de las organizaciones médicas incurren en incompatibilidades y que los 52 colegios de médicos "constituyen una burocracia profesional hipertrofiada, una especie de mandarinazgo, que suele ser muy conservador y, a menudo, con intereses en el sector".
Presidida por Pere Portabella, en el patronato de Alternativas figuran, entre otros, personas de la relevancia del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero; la ministra de Educación, Mercedes Cabrera; el comisario europeo de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia, o el secretario de Estado de Relaciones para la UE y ex portavoz del grupo socialista en el Congreso, Diego López Garrido. Frente a los numerosos problemas de la sanidad pública española, especialmente por las interminables listas de espera, esta fundación próxima al PSOE destaca que en este momento sólo hay tres mujeres al frente de los 52 colegios médicos que existen.