Si está usted circulando por el kilómetro 415 de la N-630, al paso por Béjar (Salamanca), sepa que lo está haciendo por una de las carreteras malditas que atraviesan España. Su índice de peligrosidad supera en más de 120 veces la media nacional. Y si su viaje le lleva por la Nacional 234, al llegar al kilómetro 59, en la provincia de Castellón, tenga mucho cuidado: se encuentra en la segunda vía más peligrosa de la red española de carreteras. Gráfico: las carreteras con más víctimas en accidentes
Y así hasta un total de 150 tramos de los que, curiosamente, sólo seis están señalizados como puntos negros, pese a las más de 2.000 víctimas registradas. Se trata de localizaciones que, en su mayoría, ni están señalizados como Tramos de Concentración de Accidentes, ni la DGT ha colocado un radar.
Además, la Dirección General de Tráfico (DGT) tan sólo han ubicado 14 radares fijos de los cerca de 600 que tiene desplegados por toda España.
Deterioro de las vías
Muy poca señalización y demasiados puntos negros que los Automovilistas Europeos Asociados (AEA) han querido recoger en un informe en el que la lista sigue sumando víctimas.
Según fuentes de AEA, el número de víctimas de accidentes de tráfico en España decreció en 2010 en un 35 por ciento respecto a hace 25 años, cuando los controles y las medidas de seguridad ahora obligatorias no estaban ni siquiera esbozadas. En 1985 la cifra alcanzaba los 131.703 heridos y muertos. Pero cuando se habla de muertos, uno siempre es mucho, más si se puede evitar con una buena señalización.
Para los responsables de Automovilistas Europeos, durante todos estos años se ha señalado al factor humano como causa principal de los accidentes, dejando a un lado la incidencia que podían tener las infraestructuras en la producción de los accidentes.
Sin embargo, el informe acerca de las carreteras más peligrosas de España, realizado por la organización de defensa de los conductores, pone de manifiesto que el estado de éstas juega un papel fundamental en la seguridad vial de cualquier país y fija en torno al 47 por ciento los accidentes de tráfico en los que el estado de las infraestructuras aparece como factor concurrente.
¿Les suena? Carriles derechos con el asfalto deteriorado, escasa iluminación de las vías, mala señalización, etc. "La realidad de los accidentes de tráfico nos enseña que en muchas ocasiones el mal estado de las vías es un factor importante de riesgo en su producción", destacan desde la asociación.
Los automovilistas conocen mejor que nadie la realidad de la red viaria. Y mejor que nadie ellos para dar la voz de alarma, como ya hizo el pasado mes de abril el presidente de la Asociación Española de la Carretera (AEC), Manuel María Muñoz. Según el último estudio técnico del colectivo, la conservación de las carreteras españolas ha obtenido la peor nota en 25 años, un dato alarmante que obliga a la reflexión y, por encima de todo, a la acción inmediata.
Muñoz subrayó que consideraba urgente invertir alrededor de 5.500 millones de euros en la red de carreteras estatal y autonómica para poner las carreteras a cero y así poder desarrollar un programa de conservación anual que evite su deterioro exponencial.
Red estatal
El estado de conservación de las carreteras está en el fondo del problema y puede acentuar los errores de los conductores. Para elaborar el informe de Automovilistas Europeos Asociados se han analizado los accidentes con víctimas ocurridos en el periodo 2006-2010 en los 25.835 kilómetros de carreteras que componen la Red del Estado, por los que discurre más del 50 por ciento del tráfico total que circula por España.
"Hemos podido comprobar que en el periodo 2006-2010 el Índice de Peligrosidad medio de la Red de Carreteras del Estado se redujo por cuatro", dicen fuentes del organismo, que señalan como causa eficiente y principal de esa mejora "el estado de las infraestructuras y no el permiso por puntos o las medidas sancionadoras, como algunos han pretendido hacer creer".
Los automovilistas no se cansan de repetir que hay "demasiados puntos negros" que es necesario corregir. "Y si bien los recortes presupuestarios pueden retrasar la necesaria actuación en esas infraestructuras, es importante al menos que los conductores sepan dónde están para tomar las debidas precauciones", reza en el estudio.
En la selección de los tramos más peligrosos de España sólo se han tenido en cuenta los 25.835 kilómetros de carreteras que componen la Red de Carreteras del Estado (RCE) por las que discurre más del 50 por ciento del total del tráfico que circula por España. Además, sólo se ha tenido en consideración aquellos tramos cuyo Índice de Peligrosidad Medio en los cinco últimos años fuera igual o superior a 100 (el IP medio en las carreteras españolas en 2010 fue de 11), y en el caso de autopistas de peaje, por su menor accidentalidad, que tuvieran un Índice de Peligrosidad Medio en los cinco últimos años superior a 30 (el IP medio en las autopistas de peaje españolas en 2010 fue de 7,8).
Los especialistas se han paseado por todas y cada una de las carreteras con el único objetivo de poder hacer un clasificación práctica y útil para todos los conductores. De esta manera, las 60 carreteras más peligrosas están clasificadas por comunidades autónomas y por provincias.
También se ha hecho la clasificación por denominación de carreteras o autopistas de peaje. El último análisis se ha centrado exclusivamente en los 150 tramos más peligrosos. "En ese momento de recortes presupuestarios, se hace más necesario que nunca hacer una radiografía de las vías peligrosas que merecen atención especial", dicen desde Automovilistas Europeos Asociados.
Según el termómetro de la peligrosidad, la Nacional 234 ocupa el segundo puesto en el ránking con sus dos tramos continuos: el punto kilométrico 59 y el 60, éste último con 3 accidentes con víctimas y con ocho afectados. La más peligrosa, la de Béjar, resignó 19 víctimas en 10 accidentes.
Pero sin duda, por número de siniestrados, se hace obligatorio hacer una parada en el punto kilométrico 12 de la autovía de Pontevedra A-55. El balance de 173 personas (entre muertos y heridos) es un alto en el camino de las infraestructuras de España. Como lo es también a autovía de peaje AP-7 con 112 víctimas en el kilómetro 161.
Si se mira el número de accidentes con víctimas, la autovía de Pontevedra se lleva de nuevo el farolillo rojo, con un total de 97. Otra vía poco recomendable para circular, o en la que hay que hacerlo con los ojos siempre bien abiertos, es la AP- 7 de Barcelona en los puntos 161 y 171, con 112 y 84 víctimas, respectivamente.
'Puntos negros'
¿Qué es un punto negro? Desde el año 2000 la DGT define como punto negro a "aquel emplazamiento perteneciente a una calzada de una red de carreteras en el que durante un año natural se hayan detectado tres o más accidentes con víctimas con una separación máxima entre uno y otro de 100 metros".
Por otra parte, el Ministerio de Fomento emplea el término Tramo de Concentración de Accidentes (TCA) para referirse a los puntos peligrosos de una red de carreteras, considerándose como tal "aquel tramo de la red que presenta un riesgo de accidente significativamente superior a la media". Así, Fomento tiene en cuenta la Intensidad Media Diaria (IMD) del tráfico en un tramo de un kilómetro y a lo largo de un periodo de 5 años.
Desde Automovilistas Europeos Asociados se hace mención especial a los sólo 14 radares y cinco señales de identificación para 150 puntos negros. Una cifra reducida a tenor del balance de los años 2006 y 2010: la suma total de accidentes con víctimas fue de 1.356, con 2.064 personas afectadas y 55 fallecidos. La culpa, en gran parte, el firme de las vías.
6.200 millones para recuperar el firme
La Asociación Española de Fabricantes de Mezclas Asfálticas ha cuantificado el agujero que tiene en conservación el pavimento de las vías de la red estatal y autonómicas y que suman en 2012 los 6.200 millones de euros. Se trata de un desgaste acumulado por los ajustes del Gobierno desde que comenzó la crisis. De hecho, el Plan de Infraestructuras, Transporte y Vivienda (Pitvi) presentado por Ana Pastor pasa por solicitar al banco público europeo fondos para la conservación de carreteras. El Ministerio ha pedido a Europa que financie el 50 por ciento de un plan de obras de mejora en carreteras presupuestado en 1.000 millones de euros. 1.000 millones de euros es el presupuesto de Fomento para el plan de mejora de carreteras.