
Para muchos, la bicicleta es un medio de transporte imprescindible en la vida cotidiana. Sin embargo, desde hace unos años ha surgido un innovador concepto que acaba con esta visión utilitaria y convierte a estos vehículos de dos ruedas en caprichos para los amantes de los clásicos del motor.
Las grandes marcas de automóviles se han lanzado, desde hace unos años, a la comercialización de bicicletas, en un salto hacia una industria tangencial al de la automoción.
Como ocurre con todo lo que rodea a estos grandes fabricantes, estas bicicletas parten siempre de un diseño exclusivo que acaba materializándose en un conjunto hecho con los mejores materiales, que conjuga estética y funcionalidad.
Los principales industriales de automoción aprovechan los conocimientos tecnológicos que poseen y el prestigio del que goza su imagen de marca para adentrarse en un mercado que a priori no les es propio, pero en el cual pueden disfrutar de importantes sinergias que le otorguen una importante ventaja competitiva. Por esta razón, los grandes fabricantes han entrado con fuerza en el segmento de las bicicletas de lujo.
Una incursión que redunda en la constante búsqueda de exclusividad que caracteriza a estas grandes marcas, que han encontrado en las dos ruedas una oportunidad única para conseguir diferenciarse aún más del resto de sus competidores. Con ellas, refuerzan su imagen de marca y obtienen una importante cantidad de ingresos extras a los de la venta de automóviles.
El triple concepto integrado de BMW
BMW ha desarrollado su gama de bicicletas de lujo trabajando en la combinación de tres tipos de agentes que, en su conjunto, constituyen la clave del éxito del producto final: diseñadores (claves, dado el importante componente estético que debe acompañar a todos los productos BMW), ingenieros y probadores se integran conjuntamente en el proceso de la producción para conseguir una bicicleta que unifique forma y función de manera armónica.
Son cinco, dos de ellos de montaña, los modelos de bicicleta que el fabricante alemán comercializa en la actualidad, con prestaciones personalizadas según el uso que del vehículo se vaya a hacer. Su gran apuesta es la BMW M Carbon Racer, en color antracita, que tiene un peso de tan sólo 7,4 Kg y cuyo diseño evoca el de los vehículos M de BMW. Su precio alcanza los 2.750 euros, aunque los modelos de montaña llegan a superar los 3.000 euros.
En BMW han pensado hasta en los más pequeños y también disponen de bicicletas para niños, con las que éstos puedan iniciarse en el mundo del pedal con las mejores garantías, el diseño más original y a un precio menor que las de adultos: 254 euros.
Audi le da una vuelta al concepto
El fabricante alemán Audi, en su afán por mantenerse fiel a la línea de innovación con la que está comprometida su marca, también se ha lanzado a comercializar estas bicicletas de alta gama, pero con una original variante: con sus bicicletas "de madera" (es su cuadro el que está hecho de este material) han dicho adiós a la fibra de carbono para explorar un material más ecológico y, sobre todo, más innovador.
De esta forma, las bicicletas de Audi cuentan con un cuadro de madera seleccionada en función de su resistencia y rigidez para asegurar que sea ligera, fuerte y duradera. Las bicicletas DUO de Audi se dividen en tres series, todas disponibles en marrón expresso y rojo serrano:
- Duo Road: pensada para circular en rutas por carretera, cuyo precio supera los 5.000 euros.
- Duo Sport: la bicicleta perfecta para recorrer grandes distancias de manera cómoda y segura, sin importar en qué condiciones. Su precio también oscila en torno a los 5.000 euros.
- Duo City: diseñada exclusivamente para una movilidad en el interior de la ciudad, es la más apropiada para los ciclistas ocasionales. Quienes prefieran este modelo deberán desembolsar alrededor de 4.500 euros.
Mercedes presentará en breve su nueva colección
Según ha anunciado la propia compañía, Mercedes-Benz lanzará próximamente su nueva Bike Selection 2011, con la que renovará la colección 2009-2010. Sus precios, atendiendo a los vigentes, podrían oscilar entre los 1.300 y los 3.500 euros, según por cuál de los varios modelos se opte.
Otros fabricantes como Volkswagen o Peugeot, éste último con más tradición en el mundo del pedal, también dedican parte de sus recursos a la producción de la bicicletas en una ampliación de su catálogo de vehículos.
¿Piezas de coleccionista o división de negocio?
La relación entre la industria de la automoción y estos vehículos de pedales parece una tendencia consolidada entre los más importantes fabricantes del sector.
No sería extraño, por tanto, que, con el paso del tiempo, las bicicletas pasaran a ser un producto más dentro de su amplia oferta y no las piezas de merchandising para coleccionistas y fetichistas del motor que, en la actualidad, significan para estas marcas.