El iniciador del segmento SUV tiene que defenderse ahora frente a la jauría de competidores que ha ido surgiendo en estos pocos años. Para ello, se actualiza incorporando un nuevo motor más brillante en cuanto a prestaciones y eficiencia que el anterior 2.0 dCi.
Por primera vez, el Qashqai equipa un sistema de parada automática que nos hará ahorrar unos buenos litros de gasóleo en el uso ciudadano. Por otro lado, aumenta su sofisticación con la adopción de sistemas avanzados. Como el de ayuda al aparcamiento por cámaras AVM.
Centrándonos en la gran novedad del motor downsizing proveniente del arsenal Renault, podemos decir que le han venido de perlas al Qashqai para mantenerlo fresco ante sus rivales de potencia similar.
En carretera sube de revoluciones con una sana energía, de forma muy homogénea y su buena respuesta a cualquier régimen nos ahorra muchos innecesarios cambios de marcha. Y eso que los desarrollos de la transmisión tienden a ser largos para favorecer el consumo a velocidades constantes.
Todo hay que decirlo, se han perdido algo de prestaciones frente al 2.0 dCi de 150 caballos. Pero la conducción no se ha resentido y, ante la brillantez del nuevo motor "pequeño", casi ni lo notamos. Se adapta muy bien a todo tipo de carreteras y por ciudad resulta cómodo de manejar a bajas revoluciones.
Menor consumo
Su gran ventaja se pone de manifiesto en las visitas a la gasolinera, menos frecuentes, ya que el 1.6 registra un consumo homologado de tan sólo 4,5 litros a los cien frente a los 5,9 del motor sustituído. La tracción 4x2, más versátil para quienes no necesiten transitar por terrenos con dificultades de adherencia, ayuda también a rebajar estos excelentes valores de consumo. En la práctica, hemos conseguido sin ninguna dificultad mantener el valor en torno a los 6 litros a los cien en utilización mixta ciudad/carretera.
Por todo lo anterior, el Qashqai es ahora más limpio en cuanto a emisiones pues registra 119 g/km de C02 y, para informarnos de la reducción de emisiones que conseguimos, nos lo indica en la pantalla durante las paradas.
El acabado Tekna roza ya la barrera de los 30.000 euros, pero el Qashqai lo justifica con una dotación de nuevos equipamientos de serie muy generosa.
Es el caso de las cámaras 360º, que compone una imágen periférica del exterior para controlar perfectamente el entorno. Control de ángulo muerto, detector de fatiga, alerta de cambio involuntario de carril, identificador de señales de tráfico o detector de movimiento cuando circulamos marcha atrás, se engloban en un avanzado paquete tecnológico denominado Driver Assist Pack.
Completado por una también completa dotación de conectividad, que incluye reproductor de música por Bluetooth, sistema Nissan Connect con pantalla táctil de 7 pulgadas, navegador 3D y la función Google Send-to-Car por el que podemos mandar al coche rutas preconfiguradas para utilizarlas después en el navegador.
Por lo demás, el Qashqai conserva todas las características que lo han convertido en un best seller entre los SUV. Ágil, cómodo y con la habitabilidad mejorada en su última evolución, resulta un coche muy polifacético, que compite en el segmento de mayor éxito y que ofrece una alternativa diferente a los tradicionales compactos.
Lo más destacable
- Motor brillante
- Consumo
- Polivalencia
Lo mejorable
- Vibraciones en el arranque Start&Stop
- Sonoridad
- Detalles de acabado
Ficha técnica
Motor: turbodiésel 4 cilindros, 1.598 cc
Potencia: 130 CV a 4.000 rpm
Par motor: 320 Nm a 1.750 rpm
Consumo mixto oficial: 4,5 l/100 km
Transmisión: manual, 6 velocidades
Dimensiones: 4,375 m / 1,805 m / 1,590 m
Maletero: 430/1.585 litros
Velocidad máxima: 190 km/h
Aceleración 0-100 km/h: 9,9 segundos
Precio: 29.450 euros