El pequeñín de la familia Lotus acaba de estrenar una variante capaz de ponerle los dientes muy largos a los amantes de los track days. Se llama Elise Race 250 y no está preparado para circular por carretera, pero sí en cualquier circuito. De hecho, cuenta con elementos homologados por la FIA para así poder participar en diversas competiciones.
Bajo el capó esconde el motor más potente de la gama. Se trata del mismo propulsor que emplea la versión Cup 250 ya conocida, es decir, un cuatro cilindros de 1,8 litros, sobrealimentado, que entrega una potencia de 246 CV a 7.200 rpm y un par máximo de 250 Nm, disponible entre 3.500 y 5.500 rpm.
Esta mecánica se asocia a un cambio manual de seis velocidades y, aunque no se conocen sus cifras de prestaciones, cabe esperar un 0 a 100 km/h cercano a los cuatro segundos. Un dato bastante probable si tenemos en cuenta que el peso total del coche se sitúa por debajo de los 900 kilogramos (el Lotus Elise Cup 250 es más pesado y alcanza los 100 km/h en 4,3 segundos).
Dado su enfoque circuitero, cuenta con una serie de elementos que buscan limar segundos en el tiempo por vuelta, como son:
- amortiguadores regulables
- pinzas de freno sobredimensionadas
- asientos de fibra de carbono con arneses de seis puntos de anclaje
- luneta trasera de policarbonato
- volante extraíble
- faldón delantero específico
- difusor trasero
- alerón en la zaga
Los tres últimos elementos, lejos de ser simples aditivos estéticos, mejoran la aerodinámica y sirven para generar un apoyo extra de hasta 155 kilogramos cuando el Lotus Elise Race 250 rueda a su velocidad máxima (248 km/h).
Un ADN de competición
Otros detalles que dejan a la vista sus aspiraciones de competición son la jaula de seguridad antivuelco, el extintor, el cortacorrientes, los puntos de enganche delantero y trasero para ser remolcado o los ligeros paneles de composite que sustituyen a los faros.
Jean-Marc Gales, CEO de Lotus, ha dicho lo siguiente en el acto de presentación del nuevo Elise: "Lotus se fundó hace 68 años con el objetivo de hacer coches de carreras. Nadie mejor que nosotros sabe extraer lo máximo a un vehículo para lograr las mejores prestaciones sobre la pista. El Elise Race 250 es el más rápido de cuantos hemos fabricado hasta la fecha".
El nuevo modelo de la firma británica, con su carrocería descapotable, su configuración biplaza y sus 3,8 metros de longitud, es un juguete y no precísamente barato. Calculadora en mano, si convertimos a euros su precio original en libras, nos topamos con una cifra cercana a los 65.000 euros. Pero estamos convencidos de que hay pocas máquinas de circuito más excitantes y eficaces.
