Ahora pariente del Q5, el nuevo modelo de SUV "pequeño" de Porsche se desmarca por completo del Audi. Porsche está determinada a ofrecer modelos fuera de serie en lo deportivo en cualquier modelo de su gama.
Ya hemos tenido la oportunidad de tomar contacto con las tres versiones del Porsche Macan y la conclusión llega al cabo de pocos kilómetros. Se trata de otro Porsche en toda su plenitud. La marca de Stuttgart no ha escatimado nada de su tecnología para desarrollar este todocamino, que quiere mantener su posición en cuanto a lo deportivo frente a las explosivas versiones S.
Excepto las medidas de la plataforma, las pinzas de freno de aluminio de seis pistones y el motor turbodiésel de la versión SD, nada tiene en común con su primo el Q5. El desarrollo de los ingenieros de Porsche ha ido por sus propios derroteros y así han cambiado prácticamente todo por fuera y por dentro. Carrocería autoportante más rígida, transmisión total de reparto variable del 911, caja de cambios de doble embrague PDK, suspensiones activas y regulables, motores de gasolina de seis cilindros, neumáticos de medida diferente en los ejes delanteros y traseros, frenos potenciados, nueva dirección de asistencia eléctrica con retorno automático y el control de giro PTV+ en toda la gama marcan la diferencia tecnológica con el Q5 que no busca en sus planteamientos una eficacia deportiva tan marcada. Resumiendo y para marcar la diferencia, más del 70 por ciento de las piezas son distintas entre ambos.
La gama se compone de tres versiones. La primera S Diesel incorpora el motor de 258 caballos V6 ya conocido en los Audi y cuesta 65.664 euros. El siguiente escalón, el Macan S, incorpora un V6 3.0 de gasolina completamente nuevo de 340 caballos (68.175 euros) siguiendo el más potente, el Macan S Turbo (93.102 euros) cuyo motor 3.6 de 400 caballos se ha transplantado desde el Panamera. En cuanto a potencia, el Macan está bien servido y sus prestaciones en cualquiera de las tres versiones están por delante de los SUV más potentes del mercado.
Un estilo de diseño más depurado
Al tomar contacto con el Macan, no podemos dejar de preguntarnos donde situarlo exactamente respecto al Cayenne. Este mide 4,84 metros contra los 4,70 del Macan. Es poca diferencia la que se percibe desde fuera. Por dentro, las plazas delanteras son iguales, con los mismos asientos, y sólo notaremos la diferencia de tamaño en las traseras, claramente más pequeñas, y un maletero que ofrece 500 litros frente a los 670 del Cayenne. Sin una separación de precios realmente significativa para esta clase de automóvil, el Macan plantea un aspecto más depurado en su diseño que quizá haga ya renovabl a su hermano mayor, más conservador en su trasera.
Las maneras del Macan cuando pasa a la acción, convencen de inmediato con un tacto netamente Porsche. La firmeza del apoyo sobre la carretera, la extrema precisión de guiado y la potencia perfectamente dosificable y siempre disponible son equiparables a la de cualquier otro modelo de la marca. El cambio PDK que actúa en 100 milisegundos (no se ofrece la opción manual en ninguna de las versiones), convierte el cambio secuencial de marchas en una experiencia sólo reservada a los coches más deportivos, aunque su funcionamiento en el modo automático es tan eficaz que hace que nos olvidemos durante la mayor parte del tiempo de las levas tras el volante.
Cuando abandonamos el asfalto, la rigidez del conjunto y la eficacísima transmisión permiten adentrarse en situaciones realmente complicadas en las que pocos SUV se atreverían. No creemos que la transmisión Quattro del Audi Q5, más pasiva en su reparto de potencia, hubiese sido suficiente para las aspiraciones del Macan fuera de la carretera donde se encuentra muy a gusto. Con la suspensión neumática opcional, podemos predeterminar la altura del chasis sobre el terreno en tres posiciones, y adaptar así la comodidad, la eficacia dinámica y la altura libre al suelo al terreno por donde circulemos. Sin duda, un Porsche Cayenne o un Range Rover no dejarán atrás al "pequeño" Macan, ni sobre el asfalto ni sobre el barro.
El Macan es el primer modelo fabricado en la nueva planta Porsche de Leipzig, que ha costado 530 millones de euros y que supone la mayor inversión en la historia de la marca. El objetivo era construir el SUV más deportivo y ciertamente se ha conseguido. Aunque a costa de meterse descaradamente en el propio terreno del Cayenne. El resultado es parecido a la aproximación que se ha producido en otros modelos de Porsche. Así, el Macan sería al Cayenne lo que el nuevo Cayman es al 911, un alumno muy aventajado que se empieza a ser muy parecido a su maestro.
Ficha técnica
Motores: 3.0 V6 diésel / 3.0 V6 gasolina / 3.6 V6 gasolina
Potencias: 258 / 340 / 400 CV
Par motor: 580 / 460 /550 Nm
Consumos medios: 6,1 / 8,7 / 8,9 litros a los cien
Tracción: total
Cambio: automático 7 velocidades
Velocidades; 230 / 254 / 266 km/h
Aceleraciones: 6,1 / 5,1 / 4,6 segundos de 0 a 100km/h
Precios: 65.664 / 68.175 / 93.102 euros